Antonio José Medina4 min lecturaMartín Landaluce se consagró este pasado fin de semana en Olbia, donde alcanzó su primer gran triunfo como profesional al ganar el ATP Challenger 125 celebrado en esta localidad italiana. Esa victoria, tras superar en la final a Mattia Bellucci, le permitió dar un gran salto en el ránking ATP, aunque más que eso, le situó en disposición de jugar ese torneo paralelo a las ATP Finals que, en los últimos años, celebra la Asociación de Tenistas Profesionales con las mejores promesas del circuito.
Las Next Gen Finals, que se juegan en este 2024 en el King Abdullah Sports City de Jeddah (Arabia Saudí), contarán, entre otros, con el francés Arthur Fils, con el norteamericano Alex Michelsen, con el checo Mensik, el chino Shang... todos los jóvenes que vienen sobresaliendo esta temporada y entre los que se había situado Landaluce.
El tenista madrileño marcha actualmente octavo en la 'Race to Jeddah', pero con muy pocos puntos de ventaja sobre otro joven que ha destacado este año: el tenista de Hong Kong Coleman Wong.
Tras su triunfo en Olbia, Landaluce logró otro no menos sonado el martes en su debut en Brest (Francia). En el torneo galo, sin apenas adaptación y con un sólo entrenamiento derrotó al serbio Laslo Djere, un tenista que hace muy pocos meses era Top-50. Su racha ha finalizado este jueves con una derrota ante el olímpico libanés Benjamin Hassan (2-6, 7-6(2) y 2-6), que pone en peligro su participación en esas Next Gen Finals, ya que Coleman Wong está en cuartos de final en el Challenger de Taipei, donde mañana se enfrenta al japonés Taro Daniel.
Al español le queda, la próxima semana, Brastislava para tratar de ganarse un puesto junto a los mejores jóvenes, aunque ese honor cambiaría sus previsiones, ya que en éstas no encajaba competir hasta tan tarde este año y le obligaría a cambiar los objetivos del arranque de la próxima temporada.
Así lo reconoce Martín Landaluce en una entrevista con Eurosport donde, pese a todo, señala que estaría encantado de que se le 'frustraran' esos planes. "Si te digo la verdad, entrar en Yeda cambiaría mucho los planes que tenemos de cara a pretemporada, en parte nos fastidiaría un poco todo porque lo tenemos ya muy bien estructurado. Pero sí, sería un gran golpe, tengo muchas ganas de meterme, de hecho, estoy bastante cerca. Si se presenta la oportunidad de disputar el torneo voy a luchar por ello. Por supuesto, quiero disfrutar de la experiencia", señala el madrileño.
"Yeda tiene que ser impresionante. Convivir allí con siete chavales con los que llevo compitiendo toda la vida en juniors, me apetece mucho verles...", indica, al tiempo que desvela que el Top-100 no es algo que le quite el sueño ahora mismo: "Es algo que va a llegar tarde o temprano".