El 'huracán Badosa' sigue pegando fuerte en Cincinnati. La tenista española ya se encuentra en semifinales de un WTA 1.000, algo que no lograba desde hace más de dos años, y se ha asegurado ser cabeza de serie en el US Open y como poco acabar entre las 30 mejores del mundo el próximo lunes. Como ya había hecho en los partidos anteriores, Paula Badosa barrió de la pista a la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, a la que derrotó por 6-3 y 6-2 en apenas una hora y seis minutos.
La tenista española se mostró siempre muy consistente. Estuvo segura con su servicio y muy rápida de movimientos. Y si a todo eso añadimos la confianza con la que está jugando últimamente, el resultado no podía ser otro.
El partido comenzó igualado y, poco a poco, se fue decantando a favor de Badosa, mucho más regular y consistente que Pavlyuchenkova. La rusa contó con un punto de 'break' en el segundo turno de saque de la española, pero, a partir de ahí, fue Badosa la que tomó la iniciativa. La catalana superó ese momento crítico y siguió jugando con la misma contundencia de los últimos días, tanto con su servicio como desde el fondo de la pista, hasta romper el servicio de su rival y hacerse con la primera manga.
Pavlyuchenkova, desesperada, empezó a acumular errores y se vio totalmente desbordada en el segundo set, en el que perdió por dos veces más su servicio y, con ello, el partido.
En el WTA 1000 de Cincinnati ya ha derrotado, entre otras, a las cabezas de serie Kalinskaya y Putintseva, además de a Pavlyuchenkova y a la estadounidense Payton Stearns. Y sigue sin perder un set y ganando la mayoría de ellos con solvencia.
"Estoy muy feliz por la manera en que me veo jugando de nuevo. Siento que competir en Estados Unidos saca lo mejor de mí, he vivido los momentos más inolvidables de mi carrera aquí. Sé que juego contra una jugadora local, pero ojalá la gente también me apoye porque gracias a ellos subo el nivel", afirmaba la española al finalizar el partido ante Pavlyuchenkova.
El penúltimo obstáculo que le queda en Cincinnati es una Jessica Pegula, que sufrió para eliminar a la canadiense Leylah Fernández por 7-5, 6-7(1), y 7-6(3) en tres horas y cuatro minutos; pero que también le ha ganado en las dos ocasiones en las que se han enfrentado. En la situación en la que se encuentra Badosa eso no es problema. Ahora mismo puede ganarle a cualquiera.