Paula Badosa llegaba al Mutua Madrid Open después de unas semanas muy turbias, en las que se había visto obligada a retirarse en Stuttgart, donde mientras jugaba ante Aryna Sabalenka sufrió una lesión en la pierna, justo cuando estaba volviendo a encontrar su mejor tenis tras un calvario de once meses, provocado por una lesión en la espalda, que incluso hizo temer con que fuera el fin de su carrera, pero se repuso gracias a unos tratamientos muy agresivos. Se especuló con que no llegaría al Mutua Madrid Open, pero luchó para conseguirlo, aunque tras lo que ha demostrado en su debut es muy posible que fuera una decisión precipitada.
En la cita madrileña tenía una prueba de fuego, ya que se enfrentaba a la gran joya del tenis español, la joven Jessica Bouzas, quien la superó en el ranking la semana pasada. La gallega había accedido al cuadro final procedente de la previa tras superar dos partidos con relativa comodidad y ahora le había tocado un debut de altura, teniendo en cuenta que probablemente sean las dos tenistas que más ilusión generan en el público español y siendo este el gran torneo nacional.
A la pontevedresa no le pesó de inicio el hecho de estar jugando en el Estadio Manolo Santana, en el partido que abría la jornada en la central. En la fría mañana entró como un ciclón para romper el saque de Badosa en el primer juego y consolidar su rotura en el siguiente. Pero a partir de ahí la catalana despertó. Ya sabe lo que es llegar muy lejos aquí tras las semifinales de 2021, e iba a vender cara su piel. Tan cara que salió de su letargo y ganó seis juegos seguidos para llevarse el primer set, desplegando un arsenal de tiros que dejaron sin respuesta a su inexperta oponente.
Tras este vapuleo se esperaba un segundo parcial cómodo de la favorita, pero nada más lejos de la realidad. Bouzas se sacó la presión de encima y comenzó a sacar el juego que suele hacer. Poco a poco fue tomando el pulso, hasta romper el saque de su rival y mantener esa rotura para acabar cerrando con un 6 a 3, que dejaba todo abierto para la tercera y definitiva manga.
Todo podía pasar, aunque también se respiraba la sospecha de que la ex número 2 del mundo podía acusar el hecho de venir de una lesión en un partido tan largo y duro, y así fue. Muy pronto la 'promesa' rompió el saque de su oponente y consiguió una ventaja que la colocó rumbo al triunfo con un 5 a 2, pero en ese momento pareció revivir Badosa, que le rompió el saque e hizo soñar con que había partido, pero nada más lejos de la realidad, ya que al resto consiguió cerrar el partido, dejándolo en un 2-6, 6-3 y 6-3. En la segunda ronda buscará alargar su idilio con Madrid ante toda una campeona de Roland Garros como Jelena Ostapenko.