El regreso de Paula Badosa a Roland Garros fue tal y como preveía la española. Muy doloroso y muy emotivo a la vez. Tanto que no pudo evitar que se le saltaran las lágrimas en un par de ocasiones. Durante y después del partido, cuando superó a su primera contrincante para colarse en la segunda ronda del torneo con remontada incluida.
Ya lo avisó en la previa del encuentro, que emocionalmente no estaba bien del todo y que le costaría. Y así fue. Y tras vencer a la británica Katie Boulter por 4-6, 7-5 y 6-4 confesó cuáles habían sido sus emociones: "No es fácil, me cuesta. Estaba jugando contra mí. De tenis no me he sentido nada bien. Son muchas emociones dentro y fuera que no son fáciles de gestionar. Estaba teniendo sentimientos negativos pero me he salido, he sabido sobreponerme a ellos. De esto sí estoy orgullosa".
Cuando dominaba 4-2 en la primera manga, de repente, se puso 4-6. Un sólo punto ganado de 18 le hicieron derrumbarse completamente. Pol Toledo, su entrenador, la sostuvo en la pista con sus ánimos y sus indicaciones. Y, al final, lo consiguió.
Y, posteriormente, saboreó la victoria quedándose prácticamente sola en la Pista 9: "Soy muy sincera. Después de Roma vuelvo a sentir dolor. Tuve que volver a España para infiltrarme. Están las dudas y la incertidumbre de si las inyecciones van a tener siempre el mismo efecto. Lo siento en cada partido, me asusto. Es batallar con muchas cosas".
Cuando en marzo le aseguraron que su carrera dependía de unas infiltraciones en la espalda pensó en la retirada. No lo esconde. Pero, ahora, ha salido de ese pensamiento y tiene un nuevo reto por delante: "Con dos o tres años más de tenis me daría por satisfecha".
Además, las condiciones climatológicas le afectan a su lesión. Y también le tocó lidiar con la humedad en esta primera ronda: "Me condiciona, dicen que el frío sí afecta. Lo he notado al final del primer set. Pero (el programa) no depende de mí y es lo que me toca y acepto. Por si mi fuera, jugaría todos los días a las doce con sol".
Pese a todo ello, ha cogido con tantas ganas Roland Garros que, por fin, podrá jugar un doble mixto oficial con su pareja en la vida cotidiana, el griego Stefanos Tsitsipas: "En el día de descanso tengo que entrenar. Tengo muchas cosas que mejorar, y me parecía una buena idea jugar el doble o el mixto. Decidí el mixto por el compañero que tengo, que hará mucho trabajo y me va a ayudar. Es para mejorar cuatro detalles, como la volea y la parte más competitiva. Será una hora, hora y media. Con el equipo pensamos que era bueno jugar dobles". Mientras, en el cuadro individual, ya le espera la kazaja Yulia Putintseva.