"Solamente jugaré el torneo si estoy preparado para llegar lejos y luchar por el título. No es que me esté poniendo al límite, pero espero que eso suceda en los próximos días. Desde luego, no estaría aquí sin el permiso de los médicos”". La declaración de intenciones de Novak Djokovic en Wimbledon parece clara. Los primeros entrenamientos del tenista serbio en Londres y el hecho de que se probara, con éxito, ante el argentino Coria han alimentado la expectativas de que el número dos del mundo pueda jugar en el tercer Grand Slam de la temporada.
Djokovic no ha querido ir más allá y sigue entrenándose apenas dos semanas después de operarse de la rodilla sin desvelar si va a participar en un torneo que ha ganado en siete ocasiones. "No estoy sorprendido por estar aquí, mi plan desde un principio siempre fue intentar venir aquí y jugar Wimbledon, así que esto es exactamente lo que estoy probando. Ahora mismo estoy entrenando, quiero ver cómo va... Si no puedo hacerlo, le daré a otra persona esa oportunidad", añadió.
No ha ido más allá ni ha desvelado cómo va su rodilla, sólo ha avisado que todo va "bien" y que la "rehabilitación va cumpliendo sus plazos, día a día". Esas "esperanzas" por estar a partir del lunes sobre la hierba del All England Lawn Tennis y Croquet Club contrastan con las dudas que, los que le siguen de cerca, siguen teniendo sobre su presencia en el torneo londinense.
Uno de ellos es el extenista canadiense, de origen británico, Greg Rusedski, quien lo ha seguido in situ en Londres y que, a tenor de las palabras del propio Djokovic, ve difícil que vaya a participar. "Me sorprendería mucho que Novak jugara Wimbledon. Es genial verlo en la pista practicando, pero siento que se trata más de ver dónde se encuentra y prepararse bien hasta que esté al 100 %”, señala el ex Top-4 del mundo, quien no ve a Djokovic para dar la cara ante los aspirantes al título en Wimbledon y, por tanto, para que se den las condiciones de su participación.
Djokovic defiende la final que el pasado año disputó ante Carlos Alcaraz y quiere optar a ganar su primer Grand Slam del año después de las decepciones del Open de Australia y de Roland Garros. No obstante, debe mejorar bastante para verse como rival de Sinner y Alcaraz, los ganadores de los dos primeros grandes. De renunciar, permitiría a Carlos Alcaraz partir como segundo favorito y evitar a Jannik Sinner hasta la final.