El segundo 'Grand Slam' del año, Roland Garros, se recuerda por muchas cosas; algunas buenas, muy buenas, tanto como la grandísima victoria de Carlos Alcaraz, primero superando a Jannik Sinner en la semifinal y después a Alexander Zverev en la final, en dos auténticos partidazos a cinco sets; pero también momentos muy malos, entre los que destaca por encima de todos uno de ellos, y es que Novak Djokovic, el número 1 del mundo y que llegaba a París como campeón defensor, sufrió una dura lesión contra Fran Cerundolo en octavos, y aunque pudo continuar y ganar el partido, ya no saltó a la pista en cuartos, dando acceso a Casper Ruud a semifinales por la vía rápida.
El problema es que Nole, de 36 años, estaba teniendo una temporada muy dura, en la que aún no había ganado un solo título, algo que viniendo de su histórico 2023 -donde solo se dejó un grande, en Wimbledon, donde Alcaraz le quitó una tremenda final a cinco sets-, hacía pensar que el declive del de Belgrado estaba ocurriendo ante nuestros ojos. Pues bien, sumarle a eso un desgarro en el menisco era cuanto menos un mal presagio. Pero 'Nole' actuó rápido, y apenas unos días después se operó, con un objetivo claro, los Juegos Olímpicos de París.
Los médicos que le intervinieron declararon que por delante tenía al menos tres semanas de recuperación, y algo más para estar al 100%, lo que prácticamente hacía descartar su presencia en Wimbledon, sin embargo, el balcánico ha sorprendido este jueves en su cuenta de instagram. Y es que el número tres del mundo -ha perdido dos puestos con Sinner y Alcaraz-, ha mostrado un vídeo en el que se le ve entrenando, ya no solo físico, si no también sobre una pista tocando bola, y atención, sobre cemento.
Que esté golpeando a 10 días de Wimbledon es indicativo que ha recortado plazos y hay opciones de que esté en el sorteo, además, el hecho de hacerlo sobre pista dura señala que puede estar preparándolo, ya que su siguiente gran objetivo son los Juegos Olímpicos, que se disputan sobre arcilla, por lo que lo lógico hubiera sido no cambiar de superficie. En todo caso, puede pasar cualquier cosa, más aún con una personalidad como la suya, pero lo que está claro es que su recuperación va viento en popa y más pronto que tarde, el mejor tenista de la historia va a estar de nuevo dando guerra.