Una de las noticias más tristes del deporte ayer martes se dio en Roland Garros, ya que el número 1 del mundo de tenis, Novak Djokovic, tuvo que decir basta y retirarse de Roland Garros tras un desgarro en el menisco que sufrió en su partido de octavos de final contra Fran Cerúndolo. El serbio se resbaló en el segundo set y perdió los dos siguientes, aunque gracias a calmantes y diferentes tratamientos pudo seguir adelante, y acabó cerrando el partido en cinco sets. Eso sí, era el segundo duelo en tres días en el que tenía que estar cuatro horas en pista tras el de Musetti, y su cuerpo no pudo más.
Comentó tras el partido que no sabía cuál iba a ser su futuro en el torneo, y si iba a poder saltar a los cuartos contra Casper Ruud, y finalmente, no va a poder así. La lesión es grave, tanto como para 'bajarse' y renunciar a revalidar su triunfo del año pasado en París, además de que también va a dejar de encabezar la ATP, ya que los puntos que pierde van a hacer que pase lo que pase en los días que restan en París, el próximo lunes, el nuevo cabeza de ranking va a ser Jannik Sinner.
Sin embargo, para 'Nole' lo importante no es ni la clasificación, ni este torneo, si no que ahora está en juego su temporada en primer lugar, y su futuro, en segundo. A sus 37 años no son muchos los años que le quedan, y este 2024 lo tenía apuntado como su última oportunidad de conseguir el oro olímpico en París, precisamente en esta pista, dentro de algo menos de dos meses. Por ello, va a hacer todo lo posible para estar, como por ejemplo, renunciar al único 'Grand Slam' que se le escapó en 2023, Wimbledon.
El de Belgrado va a pasar por el quirófano hoy mismo en la capital gala, para someterse a una artroscopia en su rodilla derecha que repare su 'avería' meniscal. El problema es que según apunta L'Equipe, le va a tener de baja al menos tres semanas, por lo que su presencia en Londres, del 1 al 14 de julio, se antoja imposible. Un mal menor, porque lo que quiere es la cita olímpica, que transcurrirá del 26 de julio al 11 de agosto, y allí, aunque mermado, sí que debería de estar. No obstante, hacerlo al 100% es una utopía, y tendrá que obrar prácticamente un milagro. La estrategia es similar a la Rafa Nadal, quien ya declaró que es probable que se salte la parte de hierba para estar a tope sobre la arcilla del Bosque de Bolonia, en busca de su tercer oro.