El Miami Open se aproxima ya a su final con las semifinales a la vuelta de la esquina, y mientras el torneo ha pasado por un calvario en los primeros días marcado por las lluvias, los problemas eléctricos y hasta incluso fallos técnicos con el ojo de halcón, el tramo final está siendo mucho menos turbulento. Al menos eso dejó entrever la primera de las jornadas de cuartos de final del cuadro masculino, donde se ponían en liza los dos grandes favoritos de la parte alta del mismo, Daniil Medvedev y Jannik Sinner, y ambos han logrado superar sus enfrentamientos, aunque uno con más problemas que otro, para regalar una suerte de reedición de la final del Open de Australia en la pista del Hard Rock Stadium.
El duelo de cuartos de final entre el ruso y el chileno Nico Jarry estuvo marcado por el primer set. Al sudamericano le costó horrores entrar en juego, y en el primer set no encontró en ningún momento su ritmo, cometiendo errores y sin sacar su potencia. Por eso mismo sucumbió por un abultado 6 a 2, en el que no tuvo opción alguna ante un muro como el moscovita. El segundo set fue otra historia, con Jarry aprovechando su altura para jugar fácil, tirando de saque y volea en sus servicios y a base de cañonazos planos al resto, y le iba bien. De hecho en el noveno juego tuvo la opción de romper el saque de su rival cuando en el marcador lucía un empate a 4, sin embargo, Daniil demostró quién es para eliminar la amenaza a saquetazos. A partir de ahí el duelo se encaminó inexorablemente al tiebreak, donde no perdonó el número 3 del mundo, para asegurar su presencia en semifinales.
El jugador italiano está siendo el mejor del año, es el sólido líder de la 'carrera' hacia las Finales ATP de este año, y el único pero que tiene es la derrota ante Alcaraz en Miami. Ayer no dio opción a Machac, que disputaba sus primeros cuartos de final en un Masters 1.000 tras haber ganado a Rublev y Murray, entre otros. En el primer duelo entre ambos, el italiano siempre estuvo en control de un partido en el que, eso sí, perdonó hasta siete de once bolas de break. Pero no fue problema, ya que tras un primer set más trabajado, en el que venció por 6 a 4, Sinner sentenció su pase de ronda con un sólido 6-2 en una hora y 31 minutos. El número tres del mundo nunca perdió en cuartos de final en esta temporada y alcanzó la séptima semifinal de Masters 1.000 en su carrera. Tres de ellas llegaron precisamente en el cemento de Miami, donde Sinner perdió dos finales, la última ante la pasada campaña, donde llegó tras vencer a Alcaraz en semis, pero perdió ante Medveved en el partido por el título, por lo que tendrá la oportunidad de resarcirse en estas semis.