Luisma Sánchez3 min lecturaDías más tarde de que Alexander Zverev se coronase en la tierra batida del Masters 1000 de Roma, ya se trabaja de cara a Roland Garros, para muchos el mayor torneo dentro del mundo del tenis, donde los mejores tenistas del mundo se dan cita para tratar de llegar a la gloria. Por supuesto, Rafa Nadal no podía faltar a este torneo, donde ha logrado los mayores éxitos de su carrera. El manacorí ya ha aterrizado en la capital francesa para tratar de llegar en mejores condiciones físicas que en los últimos torneos.
Rafa Nadal fue eliminado en la segunda ronda del Masters 1000 de Roma ante el polaco Hubert Hurkacz, siendo bastante inferior en estos momentos. No por su técnica, sino más bien por su físico, que es parte indispensable en este deporte. Venía de Madrid, donde llegó hasta octavos de final e incluso se le vieron más mimbres para llegar más adelante en la capital española. En Barcelona también llegó en segunda ronda, por lo que sus resultados no han sido muy positivos que digamos tras recuperarse de su lesión el mismo año que dirá adiós a su carrera como profesional.
Esta misma tarde, Rafa Nadal se entrenará sobre las pistas de Roland Garros por primera vez. La organización del torneo le ha recibido con honores en la capital parisina. Sonreía el balear nada más aterrizar en el censtro que alberga las pistas de entrenamiento, imágenes ofrecidas por las redes sociales del propio torneo.
La tierra batida de París es sin duda la más especial para Rafa. El balear se coronó por primera vez como profesional con tan solo 18 años en Roland Garros. Es el torneo donde más victorias ha sumado, con un total de 14. Su última victoria fue en 2022, donde consiguió alzarse en la final ante Casper Ruud. Los tiempos han cambiado bastante, tras un año 2023 prácticamente en blanco por lesión.
"No me quiero sentir en Roland Garros como me sentí en Madrid o en Barcelona, sin poder luchar realmente”, decía en una entrevista hace unas semanas. Su mensaje para el torneo parisino es firme, viene a demostrar que aún puede competir al máximo nivel.
De momento, el tenista mallorquín, a punto de cumplir 38 años, se mostró sonriente al llegar a las pistas, recoger su equipo del maletero del vehículo y dirigirse a la zona de entrenamiento, sin dar pistas sobre su nivel físico.