El mejor momento de su carrera, en el Godó

El argentino Tomás Etcheverry se ha colado por primera vez en las semifinales de un ATP 500 al haber superado en cuartos de final del torneo barcelonés al británico Cameron Norrie

El mejor momento de su carrera, en el Godó
Tomás Etcheverry disputando un torneo ATP - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 3 min lectura

En el peor Godó de los últimos 35 años, en el que ni un solo tenista local ha alcanzado los cuartos de final, se va a hablar castellano en semifinales gracias al argentino Tomás Etcheverry, quién se ha impuesto al verdugo de Roberto Bautista y duodécimo cabeza de serie, el británico Cameron Norrie. Así el sudamericano alcanza el mejor momento de su carrera, ya que por primera vez a sus 24 años jugará por un puesto en la final de un torneo de categoría ATP 500.

Pese a su tremendo porte, con 1,96 de pura potencia, que le hacen parecer más un tenista especialista en pista dura, se mueve como pez en el agua en arcilla, donde se hizo famoso en 2023 tras llegar a los cuartos de final de Roland Garros. Pero en Barcelona ha tenido que sudar mucho para vencer por un doble 7-6, a Norrie, frente al que disputó un emocionante partido que tuvo en vilo al público de la pista central durante dos horas y 28 minutos; de hecho se tomó la revancha de la primera vez que se habían enfrentado, en los cuartos de Buenos Aires en 2023 donde venció Norrie.

Empezó el duelo Etcheverry rompiendo el servicio de Norrie, pero perdió el suyo en el cuarto juego y el marcador se igualó, a la par de la guerra en la pista, donde el intercambio de golpes se alargaba cada vez más entre dos jugadores que actualmente tienen un nivel muy parejo: el argentino es el 30 del mundo y decimotercer cabeza de serie del torneo, y el británico, el 31 de la ATP y el duodécimo favorito. Así, el primer set se decidió en el desempate, y se lo llevó Etcheverry, que tomó la iniciativa desde el primer punto y estuvo mucho más acertado que un Norrie, siempre a remolque en el marcador.

La igualdad se mantuvo en el segundo set. Norrie tuvo una oportunidad de quebrar el servicio del platense en el primer juego y otros dos en el quinto, pero Etcheverry, que sumó siete saques directos en este partido, logró conservar ambos. Y pese a que el británico sufría un poco menos que su rival con su servicio, no pudo evitar una nueva muerte súbita en la segunda manga que, a la postre, le costaría el partido. Por aquí apareció un Etcheverry desatado que no le dio ninguna opción y se ha ganado seguir soñando con estar en la gran final del domingo.