Madison Keys desvela la clave de su victoria en Australia

La estadounidense ha tenido que luchar con un guerra interna estos años atrás y, por fin, ha conseguido su primer Grand Slam cuando menos le importaba

Madison Keys desvela la clave de su victoria en Australia
Madison Keys, posando con el título de ganadora del Open de Australia 2025. - Cordon Press
Alberto GálvezAlberto Gálvez 4 min lectura

Es difícil encontrar ya a un deportista de alto nivel que no requiera de especialistas en el plano psicológico para seguir avanzando en su carrera. Y es que, a día de hoy, es mucha la presión a la que están sometidos por culpa de las redes sociales.

Y como muestra un botón. La flamante ganadora del Open de Australia 2025, Madison Keys ha confesado en la rueda de prensa posterior a su final con Aryna Sabalenka que ha tenido que luchar con muchos fantasmas estos años atrás. Y, por fin, ha encontrado la recompensa. Eso sí, su primer Grand Slam le llega cuando menos le importaba ganarlo.

“Pienso que todo pasa por una razón. He tenido que pasar por cosas difíciles y eso me ha obligado a mirarme a un espejo e intentar trabajar en la presión que me impongo a mí misma. Desde que era muy joven sentí que, si nunca ganaba un Grand Slam, no estaría a la altura de lo que los demás pensaban que debería estar. Fue una carga dura de llevar, pero finalmente llegué al punto en el que estar orgullosa de mí y de mi carrera, con o sin un Slam. Estaba en un momento en el que no me importaba si eso no ocurría. No lo necesitaba para sentir que había tenido una buena carrera”, subraya la de Illinois.

Y si tiene que resaltar el momento de su cambio personal, lo tiene bastante claro la norteamericana: “Creo que en el último año. Incluso con lesiones y algunas duras derrotas, empecé a encontrarme un poco a mí misma. Estaba empezando a tener la cabeza más clara y estar más presente en la pista. En el pasado, a veces sentía que durante los partidos, especialmente cuando las cosas empezaban a ir mal, no estaba en mi propio cuerpo y me miraba como si me estuviera menospreciando. Sentía que no podía conectar mi cerebro con mi cuerpo. Y el año pasado empecé a tomarme cada punto de manera individual en vez de entrar en pánico. Sentí que empecé a jugar bien al tenis y a entender cómo funcionaban las cosas cuando no lo estaba haciendo bien […] Creo que ganar el partido contra Iga fue un gran obstáculo en el que me sentí como que podía hacerlo, pero hacerlo así me hizo pensar tras el partido que absolutamente podía ganar hoy”.

Por último, le ha dado las gracias a la WTA por la ayuda psicológica que ofrecen en cada torneo: “Pienso que la WTA está haciendo muy buen trabajo al tener a una persona en los torneos con quien puedes hablar y desahogarte. Es útil para mí, pero también para otras personas. El estigma en torno a la terapia está empezando a desaparecer poco a poco. La terapia es una cosa que continuaré haciendo durante el resto de mi vida. Creo que si más gente va y se habla de eso, se convertirá en algo normal”.