"Salí de la pista llorando mucho. No podía parar de llorar. Mi equipo no sabía qué hacer porque lloraba sin parar. Intenté tranquilizarme. Eso me ayudó a liberar mis emociones porque estaba muy nerviosa. A veces quiero ganar tanto que no me puedo controlar. Es un poco lo que pasó en el tercer set. Entonces, tras llorar durante no sé cuánto tiempo, me relajé, me calmé, cambié. Me dije: 'Paula, es solo un set, simplemente da todo lo que puedas (...)'. Funcionó muy bien, aproveché mis oportunidades y estoy muy orgullosa de cómo lidié con eso", señalaba la pasada madrugada Paula Badosa. La tenista catalana se sobrepuso al tenis de su rival y a sus propios 'fantasmas' para alzarse con el primer título en dos años.
Paula Badosa se impuso en la final del WTA 500 de Washington a la checa Marie Bouzkova por 6-1, 4-6 y 6-4 en dos horas y 24 minutos. Y se mete de nuevo entre las 40 mejores tenistas del mundo, un puesto que, de seguir así, mejorará de aquí a final de año, ya que no defiende ningún punto en este tiempo.
"Creo que quizá es el momento más especial -de mi carrera-, particularmente por todo lo que pasé (...). Tuve que seguir creyendo en mí misma. Por supuesto, Indian Wells siempre estará ahí -su primer gran torneo-, pero esta es una situación diferente. Aquí luché mucho contra mí misma y contra mis pensamientos. Creo que esta es una de las victorias más grandes de mi carrera", señaló la catalana.
Esta crisis sobrevino cuando perdió el segundo set después de haber ganado el primero. Eso coincidió con un parón por la lluvia y la española se vino abajo. Sin embargo, ese 'impasse' le dio tiempo para serenarse, volver al principio y hacerse con el título en un torneo que había jugado gracias a un 'wild car' y a su renuncia a los Juegos Olímpicos de París 2024.
Tras cerrar el ansiado título lloró otra vez, pero en esta ocasión de alegría. "Llamé a mi familia y a Stefanos -Tsitsipas-, porque sé que siempre están ahí para ayudarme. Han estado en momentos difíciles. Me han visto muy, muy deprimida este último año. Quería vivir esos momentos con ellos porque sin ellos no estaría aquí y porque me apoyan todos los días, 24 horas al día, 7 días a la semana", indicó en referencia a una llamada llorando que hizo desde la misma pista.
"Significa mucho este triunfo. Fue un día muy duro para mí porque de verdad quería ganar este título pasara lo que pasara. Fue muy emocional y finalmente lo conseguí", añade una Badosa que ha ganado las cuatro finales que ha jugado en el WTA Tour: Belgrado (2021), Indian Wells (2021), Sídney (2022) y Washington (2024).
Ya más tranquila, la española dejó claro que su mejoría es imparable tras un año y medio en los que ha vivido un suplicio. "Lo que he aprendido es que soy más fuerte de lo que pensaba. Si creo y voy a por ello, llegan buenas cosas como un título. A veces he dudado de mí misma. Creo que no debería hacer eso. Necesito seguir creyendo y ojalá no sea el último. Quiero probarme un poco más, pero creo que estoy en el camino. Lo más importante es que estoy motivada y mi cuerpo está respondiendo. Sí, podemos decir que estoy de vuelta", afirmó, ya con una sonrisa en la cara