Francisco Salas3 min lecturaLos inicios no son fáciles, menos aún después de mucho tiempo inactivo, y si no que se lo digan a Jannik Sinner, quien tras ganar el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open se tomó unas semanas de merecido descanso antes de volver al circuito. Lo necesitaba, porque no estaba en buen momento mental después de que saliera a la luz su positivo en Indian Wells, que le puso en el foco mediático, y aunque siguió ganando de forma aplastante, le afectó, como el mismo reconoció. Y en el inicio de la gira asiática, en Pekín, eso le ha costado sobremanera, e incluso se ha llevado un buen susto.
El jugador de San Cándido tenía un debut complicado en este ATP 500 ante Nico Jarry, el chileno que ocupa el puesto 28 de la ATP, que fue uno de los más destacados de la primera parte del año, pero fue cayendo en desgracia. Sin embargo, eso no quita que sea muy peligroso y así se lo ha hecho saber al número 1. El fuerte de Jarry es el saque y en base a él se ha hecho fuerte, tanto que salvó las dos bolas de rotura en contra que tuvo en el primer set y en la primera de la que gozó, consiguió romper el de Jannik y cerrar a su favor el parcial por 6-4.
Sin embargo, estos tenistas son tan superiores por algo, y cuando caen suelen levantarse con mucha fuerza, como ha hecho el transalpino, quien ha roto en el primer saque de la sudamericano en la segunda manga y a partir de ahí ha construido la remontada hasta el 6 a 3 con el que ha empatado. Y en la tercera, el rodillo. Un 6 a 1 incontestable, en el que ha demostrado fuerza y puntería, reencontrándose con su juego.
Ahora en la segunda ronda le debería esperar Jan-Lennard Struff, que partía como muy favorito ante Stan Wawrinka, sin embargo, el teutón ha causado baja de última hora, dando entrada al cuadro principal a un 'lucky loser'. Por esto, Sinner se enfrentará al vencedor del duelo entre el ex top ten suizo y el ruso Roman Safiullin. Ambos son dos veteranos muy venidos a menos, que si bien saben lo que se hace, están a años luz del nivel físico de su oponente, que a poco que consiga imponer su ritmo frenético y encontrar cierta estabilidad en sus golpes, debería ganar sin apenas problemas y avanzar a la tercera ronda.