Francisco Salas3 min lecturaEl tenis mundial está viviendo este 2025 la irrupción de un jugador que está llamado a ser la próxima gran estrella mundial que rivalice con los Jannik Sinner, Carlos Alcaraz y compañía. Y es que a la generación de adolescentes talentosos que vienen le ha surgido un alumno aventajado como es Joao Fonseca. El joven brasileño a los 18 años se ha convertido por méritos propios en una de las sensaciones de la ATP y tras ganar el ATP 250 de Buenos Aires y lograr triunfos destacados como el que consiguió ante Andrey Rublev en la primera ronda del Open de Australia, ha recortado varios pasos en su formación.
Sin embargo, sigue siendo un niño y a veces las circunstancias le superan fruto de esa falta de experiencia. El epitome de esto llegó en Indian Wells, donde por este nivel del que hablamos las casas de apuestas lo ponían como uno de los favoritos, pero la realidad le golpeó de lleno y en la segunda ronda fue arrasado por un top 15 del ranking como Jack Draper. Pero no se hundió y la semana que resta hasta el Masters 1000 de Miami la está usando para coger sensaciones, por lo que se ha apuntado al Challenger de Phoenix, donde ha empezado con muy bien pie.
El torneo tiene un cuadro mucho más potente que el de un Challenger normal porque no son pocos quienes están en la misma situación del carioca, pero eso no le ha intimidado y en su estreno no le ha pasado el volver al circuito donde hasta hace poco se jugaba su futuro. De hecho hace unos meses conquistó uno en Canberra, su primer título de 2025. Pero en la ciudad de Arizona se medía al experimentado ruso Pavel Kotov, un hueso duro, más para una primera ronda y viniendo de una derrota.
Pero Fonseca se ha olvidado de las malas sensaciones y muy pronto ha puesto la directa, aprovechando a la primera que ha tenido para romper el saque de su oponente, certificando así su superioridad. La misma que ha usado para cerrar con otro break, el que ponía el 6 a 2 en el electrónico. Y en el segundo set más de lo mismo, en el tercer juego ha conseguido una rotura y la ha sabido mantener hasta poner el 6-4 y certificar su pase a los octavos de final, donde le espera el alemán Jan-Lennard Struff, cuarto favorito.