La Copa Davis dio un gran cambio desde 2019, cuando llegó Gerard Piqué y Kosmos para aliarse con la ITF y cambiar lo que llevaba toda la vida; una competición por equipos que se disputaba a lo largo de todo el año donde cada eliminatoria duraba un fin de semana y se disputaba en un solo país, decidiéndose el local alternativamente respecto al anterior duelo entre ambos, y eso sí, al mejor de cinco partidos, todos al mejor de cinco sets. Pero eso es pasado y desde hace cinco años está este formato actual, con la fase de grupos en una ciudad y la final en una semana en el mismo lugar. Y claro, a no todo el mundo le gusta, de hecho hay más gente que no lo quiere a que sí. Una de esas voces discordantes es la del capitán australiano, Lleyton Hewitt.
Hay que ponerse en situación, puesto que los aussies han llegado dos veces a la final y este año vuelven a ser favoritos, pero no por ello a su líder le gusta lo que hay: "no hay eliminatorias en casa y fuera, no hay partidos a cinco sets. No es lo ideal. Siempre jugamos en la misma superficie. Para ser honesto, sí, estoy harto. Esto no es la Copa Davis. Jugar en tierra, hierba, al aire libre. Hay otras cosas. Y es frustrante que no haya todo tipo de superficies y condiciones en la Davis”. Y es que la derrota ante España le ha dejado tocado, pero aún así se resigna. "Esa es una parte ridícula de este formato. Sigo diciéndolo, pero es el que es y haremos lo que haga falta para levantar el trofeo".
Pese a todo, en Valencia han conseguido su objetivo, llegar a la final a 8 de Málaga, y eso que estaban sin su estrella, Álex de Miñaur, y con muchos de los jugadores presentes tocados, pero aún así nadie los ha frenado para ser segundo. "No puedo estar más orgulloso de mis chicos y del esfuerzo que han hecho, todo el país está orgulloso y estaremos listos para noviembre”, aunque no sabe si el undécimo del mundo va a poder ser de la partida en la capital de la Costa del Sol, lo que sería una sensible baja una vez que estén todos los tops.
También le sirve el formato como excusa tras ceder con los chicos de David Ferrer, ya que no le parece de recibo jugar una "eliminatoria muerta" en el que 'solo' estaba en juego la primera plaza del grupo y ser cabeza de serie en la final. "Sé que hay cosas en juego, pero es una sensación diferente, no voy a mentir. Por supuesto que hemos intentado ganar, no es excusa ahora que hemos perdido, pero es una sensación extraña”.