No está siendo el mejor año de la vida de Paula Badosa, tras una temporada muy buena, hace once meses apareció en su vida una lesión de espalda que le obligó a dejar aparcado el tenis durante un tiempo muy largo, y cuando parecía que estaba para volver, recayó, sin embargo, pudo salir de ahí y poco a poco encontrar su juego. No obstante, fue un espejismo, porque la temporada de tierra se le truncó tras lesionarse en Stuttgart cuando jugaba un partidazo ante Sabalenka, aunque esta vez fue la pierna. Trató de volver en Madrid, pero en su debut ante Jessica Bouzas sufrió una sonrojante derrota que evidenciaba que no estaba bien, aunque en Roma parece que lo ha superado, y en primera ronda ha dado buena cuenta de la gran promesa de la WTA, la adolescente Mirra Andreyeva, que venía de hacer cuartos en el Mutua.
Pero no es el tenis lo único que destaca en la vida de la jugadora española, que ha vivido un tiempo en una de las relaciones más conocidas del mundo del deporte, como la que le ha unido a uno de los grandes de la ATP, Stefanos Tsitsipas. Sin embargo esa unión se ha roto, y ahora vive una etapa de cambios, aunque guarda buen recuerdo. "Tenemos una relación genial y le deseo lo mejor. Él es un gran hombre. Sé que él piensa lo mismo. No ha ocurrido nada malo al final. Así es la vida. Sé que nos seguiremos viendo en el circuito y nunca se sabe lo que pasará en el futuro", aunque no esconde que no lo va a pasar bien, si que lo va a usar para ahora centrarse en su juego.
La catalana tiene alguien en quién se fija, no solo en la pista, si no también fuera de ella, Maria Sharapova."Tenemos nuestras carreras, nuestras cosas, y a veces es mejor separar caminos. Esto me recuerda mucho a la historia de Sharapova con Dimitrov, cuando conoces a la persona correcta, pero quizá en el momento equivocado. Es un poco como esto". Se refiere a la historia de la genial jugadora rusa con Grigor Dimitrov, que les unió durante años, pero que finalmente dejaron atrás para ambos ocuparse de sus carreras. Si el espejo es ese y consiguen emular lo que hicieron el búlgaro y la de Niagan, podrán darse con un canto en los dientes, ya que ambos pudieron mantenerse en la cima del tenis durante muchos años. Ahora queda por conocer si hay algún motivo más y sobre todo en que acaban las carreras de la española y el ateniense, que son jóvenes y talentosos, y aunque ya estén muy arriba, pueden sumar logros aún más grandes.