Luisma Sánchez4 min lecturaNovak Djokovic se tomó la revancha ante Holger Rune, el jugador danés que lo venció en la final del Masters 1.000 de París el año pasado. Djokovic lo derrotó en los cuartos de esta edición con un marcador de 7-5, 6-7(3) y 6-4, y se encuentra a un paso de llegar a su novena final en un torneo que ha conquistado en seis ocasiones. El serbio cada vez se aleja más de Carlos Alcaraz y todo apunta a que se mantendrá en el número uno en lo que queda de año.
El número 1 del mundo demostró su experiencia y resistió los embates del enérgico tenista nórdico, quien era el sexto favorito en el torneo. Djokovic logró contener los ataques de Rune y esperó pacientemente su momento para acelerar. A pesar de perder un segundo set en el torneo, Djokovic supo mantenerse en pie.
La victoria no fue sencilla, ya que Rune no se lo puso fácil. El danés le arrebató el segundo set en esta edición, y durante un momento, amenazó con repetir su hazaña del año pasado al vencer a Djokovic. Sin embargo, Djokovic resistió, superando la hostilidad de la afición y el empuje del danés, quien fue ganando confianza a lo largo del partido.
Esta victoria marca el decimosexto triunfo consecutivo de Djokovic, desde la final de Wimbledon contra Carlos Alcaraz. Su única derrota desde entonces ocurrió en los cuartos de final de Roma, donde Rune lo eliminó. Desde ese momento, Djokovic ha acumulado 29 victorias.
A pesar de sus 36 años, el tenista con más títulos de Masters 1.000 y Grand Slam en la historia ha sabido dosificar su energía. En canchas rápidas, como la de París, es especialmente difícil vencerlo. Djokovic ha ganado 29 partidos en esta superficie, y solo el ruso Daniil Medvedev logró derrotarlo en las semifinales de Dubai.
El enfrentamiento contra Rune no fue un paseo. El danés desafió a Djokovic, quien tuvo que mostrar su lado más humano. Rune incluso tuvo una bola de partido en el segundo set que habría cambiado el rumbo del partido.
Rune, un jugador que destaca por su espectacularidad, mantuvo el interés del público y desafió al serbio en una intensa batalla. Djokovic utilizó la animosidad de la grada como motivación, mientras Rune alentaba a la afición en cada punto ganado.
Luego de ganar el primer set con habilidad, Djokovic tuvo una oportunidad para sellar el partido en el segundo set, pero Rune resistió y forzó el desempate, donde se mostró impecable. Esto llevó el partido al tercer set.
En la última manga, Djokovic recuperó la compostura, impuso su ritmo y contuvo los ataques de Rune, quien buscaba convertir el duelo en un torbellino. Djokovic se adelantó 3-1 y, a pesar del esfuerzo, mantuvo su control, celebrando sus victorias con entusiasmo.
Djokovic avanzó a su novena semifinal en París, donde aún no ha sufrido derrotas en esta etapa del torneo. Su próximo rival será el vencedor del enfrentamiento entre el ruso Andrey Rublev, el quinto favorito, y el australiano Alex de Minaur, el décimo tercero.
En la otra semifinal se enfrentarán el griego Stefanos Tsitsipas, el séptimo favorito, quien venció al ruso Karen Khachanov, y el búlgaro Grigor Dimitrov.