No hubo sorpresa en la final del US Open. Después de que Medvedev impidiera la final soñada al doblegar a Carlos Alcaraz en semifinales, el ruso no pudo hacer nada contra un vendaval llamado ‘Nole’, que sumó su grand slam número 24 al imponerse en tres horas y 17 minutos por 6-3, 7-6(5) y 6-3.
De este modo el tenista serbio sigue aumentando su leyenda. A sus 36 años, desempató con Serena Williams como el tenista con más ‘grandes’ en la Era Open, ya sea hombre o mujer, igualando a su vez con la legendaria Margaret Court en lo que se atañe a toda la historia del tenis.
Ahora, Djokovic relevará además a Alcaraz como número uno del mundo, después de otro brillante encuentro en el que homenajeó a Kobe Bryant, portando una camiseta de la malograda estrella del NBA, al tiempo que celebraba el triunfo abrazado a su hija, sin poder reprimir las lágrimas de alegría por hacer historia.
Se trata del cuarto título del balcánico en Nueva York, donde ha estado presente en diez finales, vengándose al mismo tiempo de la final que perdió en 2021 ante un Medvedev que lanzaba un irónico mensaje a su rival tras la derrota. "¿Qué haces todavía aquí? Venga va. Yo tengo 20 títulos y tú tienes 24 'Grand Slam'. Me has hecho mejor jugador, pero de las cinco finales que jugué contigo y Rafa sólo gané una", explicó.
Por su parte, Djokovic mostraba su felicidad por volver a reinar en Estados Unidos, donde en 2022 no pudo competir por su negativa a vacunarse contra el coronavirus. "Esto lo significa todo para mí. Creo que me repito, pero tengo que decir todo el tiempo que estoy de verdad viviendo mi sueño de niño", agregó, señaló.
Y eso que el arranque del encuentro no fue el que todos esperaban, con muchos puntos cocinados a fuego lento dentro de un partido rocoso en el que ’Nole’ tiró de paciencia y Medvedev estuvo lejos del nivel exhibido ante Alcaraz, cediendo el primer set en apenas 48 minutos tras conceder su primer saque con un juego en blanco.
Esto hizo que el ruso tuviera que arriesgar más en la segunda manga, con un punto por encima de Djokovic en el aspecto físico. Eso puso al serbio contra las cuerdas hasta en dos ocasiones durante, pero sacó su raza de campeón para levantase de la lona y llevarse el ‘tie brak’ tras unos duros 105 minutos que dejaron a ambos tenistas casi sin fuerzas.
Ya en el tercer set, Medvedev fue otro. Concedió dos ‘break’ consecutivos y eso le dio alas a un Djokovic que ya no quiso dejar escapar la oportunidad de firmar una victoria que le permite escribir una nueva página en la historia. ¿Se puede decir ya que es el mejor de todos los tiempos?