Novak Djokovic es el gran favorito para llevarse en Open de Australia de 2024. Tendrá rivales importantes por el camino como el español Carlos Alcaraz u otros grandes jugadores como Daniil Medvedev o Jannik Sinner. Sin embargo, el hecho de ser el número 1 del tenis y tener en su haber hasta 10 títulos en tierras oceánicas hace que sea sin duda el rival a batir.
Respecto a tal objetivo –volver a ganar en su querida Rod Laver Arena–, el tenista serbio ha hablado claro y recalcado que siempre que llega un Grand Slam su único plan es salir victorioso. Para conseguirlo en esta ocasión, explica que acercarse al nivel que alcanzó hace un año sería un gran paso en tal dirección.
"No es un secreto que diga mis objetivos y diga claramente que quiero ganar todos los slams en los que participo. No es diferente este año. El año pasado jugué aquí a uno de los mejores niveles en los que he jugado en toda mi carrera. Si no puedo alcanzar ese nivel, al menos estar cerca de ello", analiza el balcánico, que se estrenará este domingo ante el jugador croata de la previa Dino Prizmic de 18 años, quien debutará en la fase final de un Grand Slam.
Sin dudas en cuanto a su tenis, sí había algunas en relación al estado físico de Nole. Antes de viajar a Melbourne Park sufrió un problema en su muñeca derecha que preocupaba hasta cierto punto. En la rueda de prensa previa al comienzo del torneo deja claro que está plenamente restablecido y que ha tenido tiempo de sobra para recuperarse tras la derrota sufrida frente al local Alex De Miñaur (10) durante la reciente United Cup. "He estado entrenando bien, sin dolor alguno. Todo parece estar bien. Veamos qué tal va", explica.
Cuestionado por si sigue algún tipo de ritual cuando tiene que jugar el Open de Australia, Djokovic admite que le gusta hacer siempre las mismas cosas, pero no por superstición, sino porque forman parte de su paz mental. "No soy supersticioso. Por supuesto que me gusta visitar ciertos lugares que me aportaron buena suerte en el pasado, como los Jardines Botánicos de Melbourne, que están aquí cerca. Me gusta pasar tiempo conmigo mismo, en la naturaleza, abrazando árboles o escalándolos. Es lo que he hecho en los últimos 15 años", admite.
Por último, los medios le pidieron que diese el nombre del rival que más le preocupa de cara a poner ganar por 11ª vez en Australia. Lejos de mojarse, optó por tirar de un clásico para responder a la pregunta. "Yo mismo soy mi principal amenaza y luego vienen los mejores jugadores del mundo", concluye.