"Me conozco perfectamente. No quiero pecar de arrogante, pero sé que si estoy bien física y mentalmente, soy capaz de hacerlo -ganar en 2024 el Goldn Slan, los cuatro grandes y los JJ.OO.-. También sonaba irreal ganar tres títulos de Grand Slam este año", señalaba Novak Djokovic nada más ser su selección eliminada en Málaga en las semifinales de la Copa Davis 2023. Pese a la decepción y la desolación que admitía el serbio, no dudó en señalar objetivo del próximo año, en los que está como número ganar la medalla de oro en los Juegos Olímpicos -"Estoy preparado para este desafío, solo pienso en llegar sano a la gran cita", afirmó- y, más a largo plazo, superar alguno de los pocos récords que no tiene. "Me encantaría batir el récord de títulos ganados que tiene Jimmy Connors", añadía Djokovic, al que le faltarían 11 títulos para alcanzar al longevo tenista estadounidense, que atesoró 109 entre los años setenta y ochenta del siglo pasado.
Esa declaración de intenciones ha marcado el territorio de todos sus rivales. No sólo a Carloz Alcaraz, Holger Rune y Jannik Sinner, los referentes de la nueva generación que llega, sino a los Daniil Medvedev, Stafanos Tsisipas o Alexander Zverev que llevan años peleando por plantar cara a los veteranos y afianzar al fin el cambio de generación. Djokovic ya les ha avisado de lo que les espera en 2024.
Jannik Sinner, su verdugo en Málaga, no quiso tratar ese tema en un momento en el que estaba celebrando haberse coronado como campeón de la Copa Davis, aunque sí dejó caer que no olvidaría nunca que ganó dos veces a Novak Djokovic en menos de dos semanas.
Quien sí lo ha hecho ha sido el único que este año ha sido capaz de ganar a Djokovic en un torneo del Grand Slam, el español Carlos Alcaraz, que juega hoy en México un partido de exhibición ante el tenista norteamericano Tommy Paul. El tenista murciano no duda que Djokovic pretenda repetir un año como 2023 o mejorarlo incluso, pero no tiene tan claro que lo vaya a lograr.
"Djokovic ha demostrado año tras año que está preparado para ganar los cuatro Gran Slams, pero aquí estamos nosotros para impedirlo junto a otros jugadores capaces de derrotarlo", señaló Alcaraz en la capital mexicana, donde asumió el rapapolvo de Ferrero tras el bajón que ha experimentado después del US Open.
"Debo crecer el año que viene. Darme cuenta que la temporada sigue hasta noviembre. He trabajado con una psicóloga que me ha ayudado. El de 2024 será un año exigente, con los Juegos Olímpicos después de Wimbledon. Trabajaré fuerte para darle una medalla a mi país", avisó un Alcaraz que deberá pedir una invitación para poder jugar, ya que no ha competido este año con el equipo español de Copa Davis. El tenista español tiene claro que, como Nadal o Djokovic, sólo debe pensar en él mismo y mejorar cada día. "Intento concentrarme en mi carrera. Mi sueño es ser considerado uno de los más grandes de la historia", advertía.