El tenis español vive un periodo de horas bajas que ya se extiende desde hace demasiados años, pues pese a que la figura totémica de Carlos Alcaraz tapa muchas carencias, al igual que hizo durante otra época de vacas flacas hace diez años Rafa Nadal, la realidad es la que es. Y es que mientras que hace dos décadas los españoles dominaban el top 100, en este momento estos muy lejos de aquello, y salvo el murciano, apenas hay un par de exponente que compiten por estar entre los 50 mejores. Y según estamos viendo en estas primeras semanas de 2025, no parece que esto sea algo que vaya a cambiar.
Por lo menos esta semana, ya que en la antesala del Open de Australia se está disputando el torneo de Auckland, y allí dos de los referentes patrios, Pedro Martínez y Pablo Carreño, estaban llamados a hacer un buen papel, pero nada más lejos de la realidad. Los españoles no pasaron la prueba de la primera ronda del torneo 'aussie' y acabaron eliminados, ambos con derrotas en tres mangas.
Por parte del asturiano, que venía de rebote de la fase previa, la caída fue ante el joven checo Jakub Mensik por 6-2, 4-6 y 7-5. el 49 de la ATP necesitó 2 horas y 12 minutos de juego para batir al veterano gijonés, que no termina de dejar atrás sus problemas físicos. Mientras que más largo aún fue el partido del valenciano, en el que tras 2 horas y 21 minutos, el veterano Gael Monfils le superó por 1-6, 7-6 y 6-3. En el cuadro ya solo queda Roberto Carballés, que se medirá en octavos al cuarto favorito, el argentino Fran Cerúndolo.
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El problema del estado actual de Carreño y Martínez, que se personifica en ellos pero se puede extender a todo el tenis español, es que por ejemplo de cara a la Copa Davis la situación es complicada. El motivo es que de cara a la primera ronda Carlos Alcaraz ha declinado jugar por la cercanía con el Open de Australia, así que para medirse a Australia, serán ellos dos, junto a Alejandro Davidovich y Roberto Carballés, quienes tengan que viajar hasta Suiza para medirse al combinado helvético. El cierto que el tenis suizo está aún peor que el nuestro y no cuenta con jugadores entre los 100 mejores del ranking, pero aún así no se puede fallar y es complicado ser optimistas en este momento.