Francisco Salas3 min lecturaEl tenis femenino español está lejos de su mejor momento, aunque lleva sin estarlo mucho tiempo, pero en este inicio de curso 2025 se ha acrecentado la sensación de que hay problemas en torno a él. Porque sí, está Paula Badosa que es una referencia clara y a sus 27 años y una vez superados sus problemas, puede dar mucho de sí, además de que tras ella aparece un talento del nivel de Jéssica Bouzas que puede y debe tener mucho que decir en el futuro, pero más allá de eso, la sensación es que falta más, y en el Open de Australia ha quedado claro.
Y es que sin la presencia de Cristina Bucsa, una 'fija' en los cuadros finales de los grandes, sumada a que Sara Sorribes, que también solía colarse sin problemas, está en bajo momento de forma, la situación no era ni mucho menos 'halagüeña'. Porque sí, efectivamente la de Castellón estaba como quinta cabeza de serie de la fase previa, por lo que tenía a su favor el ranking, pero no ha sido capaz. En la primera ronda ya sudó sangre para batir a la jugadora local Jaimee Fourlis en tres sets, tras casi cuatro horas de batalla, pero se le gastó toda la gasolina.
Sorribes destaca por ser un 'frontón' que devuelve todas las bolas y hace los partidos agónicos para sus rivales, algo que no es del todo bueno en Australia, com o se ha visto. Porque a la maratón del primer día la seguía casi sin descanso un duelo ante otra 'aussie' como Maddison Inglis, y esta vez no ha podido ser. También ha dado guerra, mucha guerra, pero finalmente tras ponerse por delante el primer set y perder el segundo, ha terminado cediendo el tercero, diciendo adiós al torneo.
Con Sorribes fuera, la única esperanza era Leyre Romero, pero al igual que con el resto de compatriotas, no ha sido posible. La joven valenciana tenía enfrente a la rumana Anca Todoni, 12ª cabeza de serie, que ha cerrado el partido en dos sets, por 6-3 y 6-2, sin darle apenas opciones de triunfo. Por eso mismo, de todos los jugadores y las jugadoras patrios que se plantaron el lunes en la fase previa, ya solo queda un representante, Martín Landaluce, que a sus 19 años recién cumplidos se jugará este jueves colarse en el cuadro final ante el checo Dalibor Svrcina.