Francisco Salas3 min lecturaLa temporada de tierra batida este 2024 ha tenido pocas certezas, sobre todo por culpa de las lesiones que han lastrado a todos los grandes tenistas de la ATP. Jannik Sinner y la cadera; Carlos Alcaraz y el antebrazo; Djokovic siendo Djokovic; Nadal y su jubilación, y muchos más. Por todo esto no hay nadie que tenga un favorito claro para Roland Garros, pero si miramos en retrospectiva lo que ha sucedido en los últimos meses, habría varios nombres a los que dar la vitola de candidatos. El ganador de Montecarlo, Stefanos Tsitsipas, el de Barcelona, Casper Ruud; el de Roma, Alexander Zverev; o el de Madrid, Andrey Rublev. Pero no va a ser así en el caso del último, que ha sido vapuleado.
Y es que el ruso, sexto favorito y ganador del último Mutua Madrid Open, su segundo Master 1000 tras el de Montecarlo en 2023, cayó en tercera ronda del segundo grande del año contra el joven italiano Matteo Arnaldi, número 35 del mundo, que en su segunda participación en el torneo firmó su mayor gesta al imponerse por 7-6, 6-2 y 6-4. Fue un bombazo en la pista Suzanne Lenglen, ante un tenista de 26 años que llegaba en buen estado de forma, dos veces cuartofinalista en París, pero que hizo un mal partido y se quedó a las puertas de los octavos de final. El italiano había perdido en su único enfrentamiento anterior, que tuvo lugar el año pasado en Viena. Arnaldi, que este año no había conseguido buenos resultados, se medirá en octavos contra el ganador del duelo entre el griego Stefanos Tsitsipas, noveno favorito, y el chino Zhang Zhizhen.
Esto nos priva de ver al griego y el ruso frente a frente, en el partido de octavos que todo el mundo tenía apuntado en rojo, pero el transalpino ha mostrado su mejor cara para impedirlo. Y es que la salud del tenis italiano es muy buena, hasta el punto de que no solo Jannik Sinner, campeón del último Open de Australia y número 2 del mundo, o Lorenzo Mussetti, que también esta en tercera ronda. También otro joven como Flavio Cobolli se presentó este miércoles en sociedad, pero lo hizo perdiendo, porque en el partido de la jornada cayó en el super-tiebreak del quinto set contra Holger Rune. Pero Cobolli desplegó un juego inverosímil que le coloca como un candidato a hacer cosas grandes en el futuro.