David Ferrer confiesa su grave error en la Copa Davis

Es cierto que no lo tenía fácil, porque ninguno de los convocados aterrizó con unos números sorprendentes en esta recta final del año. Sólo Carlos Alcaraz tenía clara su presencia en la eliminatoria frente a Países Bajos por su posición en el ranking ATP (tercero) y por sus dos Grand Slams conquistados este año (Roland Garros y Wimbledon).

Pero lo que está claro es que a David Ferrer le pudo la presión y pensó más en la retirada de Rafa Nadal que en lo que realmente se estaba jugando. Seguro que la llamada del manacorí hace unos meses le trastocó sus planes, porque no estaba en su lista. Y a partir de ahí, todo fueron dudas. El balear tampoco le echó un cable diciendo que si él no se veía bien lo diría. No lo dijo y, al final, pasó lo que pasó. Una despedida por la puerta de atrás por muchos que otros la quieran maquillar.

Y el único responsable siempre es el capitán del barco. Sobre todo, a juzgar por sus palabras en la rueda de prensa posterior a la eliminación, donde confesó cómo lo decidió todo.

"Rafa ha ido mejorando día a día, así que el lunes decidí que iba a jugar el singles y Marcel jugaría el dobles. Luego decidí que Carlos jugaría el dobles con Marcel. No es fácil porque tenía varias opciones, como la de Roberto Bautista, pero finalmente aposté por ellos para esta primera eliminatoria”, subrayó el alicantino. Y es aquí donde está el gran error para muchos. Decidir apenas veinticuatro horas antes quién serían los encargados de iniciar la Copa Davis envolvió de un sinfín de dudas a sus integrantes y a todo el país.

¿Eligió a Rafa por su retirada o porque no había nadie mejor? Esa es la pregunta que todos se hacen hoy. Y sus palabras le delatan nuevamente: "Despedir a Rafa es muy triste, se va alguien muy especial en el mundo del deporte, pero será recordado siempre. Más allá de la amistad que tenemos, es un jugador que ha sido mundial y que ha dejado huella. Ahora es un poco extraño todo, uno está centrado en el Copa Davis, pero cuando pierdes se junta todo. Lo importante es que Rafa se vaya feliz, orgulloso y tranquilo, siendo un privilegiado. Una persona tan grande, con ese respeto y ese humildad hacia todo el mundo es difícil de encontrar”.

Aunque a toro pasado es muy fácil juzgar, la despedida ideal en Málaga todos la tenían claro, menos David: marcharse levantando su última 'Ensaladera', aunque no hubiese jugado ni un sólo minuto. Era la foto, no la de sus lágrimas de ayer o la de un país roto de dolor por ver a su mejor deportista de todos los tiempos caer con un número 80 del ranking, un tal Botic Van de Zandschulp.