José Antonio Rivero3 min lecturaComo es habitual tras cada partido, Novak Djokovic compartió sus impresiones con los periodistas sobre la final de Wimbledon en la que se enfrentó a Carlos Alcaraz una vez finalizado el duelo entre ambos. Ante la pregunta de cuál consideraba la mayor fortaleza del joven tenista, Djokovic respondió con una reflexión profunda.
"Ha habido gente en los últimos 12 meses que ha hablado sobre que su juego consiste en que mezcla ciertos elementos de Roger, de Rafa y míos. Estoy de acuerdo en eso. Creo que ha cogido básicamente lo mejor de los tres mundos", expresó el campeón de 23 Grand Slam.
Carlos Alcaraz, una de las nuevas revelaciones del tenis, se ha posicionado como el heredero de la legendaria generación de Djokovic, Nadal y Federer, conocido como 'The Big Three'. Creció admirando los logros de estos grandes maestros del deporte y ha logrado amalgamar en su juego una magistral combinación de sus estilos. Parece haber capturado la esencia única de cada miembro del 'Big Three' y fusionado todo en un tenis sobresaliente, aderezado con una pizca de magia.
La elegancia y sutileza de Federer, la mentalidad ganadora de Nadal y la versatilidad de Djokovic convergen en Carlos Alcaraz, convirtiéndolo en un tenista sumamente completo y prometedor. Su juego ha dejado una huella en el mundo del tenis y se augura un futuro brillante para este talentoso deportista que ha sabido heredar lo mejor de sus predecesores.
Los amantes de las teorías conspiratorias tienen mucho más que las razones deportivas que da Carlos Alcaraz para pensar que el joven murciano está destinado a ser toda una leyenda. Según IBM, la productora de datos oficial de Wimbledon, los tenistas que participaron en el torneo inglés recorrieron 1.496 kilómetros, que es casi la misma distancia que hay desde la pista central del All England Club a El Palmar, la ciudad donde Alcaraz nació y creció.
En una pista de tenis, donde las dimensiones no son extremadamente grandes, no es habitual que los tenistas hagan largos recorridos, puesto que lo habitual son movimientos muy bruscos pero cortos. En la final que enfrentó a Alcaraz y Djokovic en Wimbledon, ambos tenistas recorrieron más de seis kilómetros, una cifra muy lejana a la habitual. Según los datos ofrecidos por el torneo, Alcaraz recorrió 6,61 kilómetros, mientras que Djokovic hizo 6,16km. Lo habitual, según la estadística de la ATP, es que un tenista masculino complete 4,25 kilómetros de media por partido.