La Copa Davis está viviendo esta semana uno de sus grandes momentos del año, puesto que el cambio de formato hizo que se perdiera esa mística de que ciertos fines de semana de cada temporada estuvieran reservados para las eliminatorias, y ahora todo se concentra en esta y en la tercera de noviembre con la final a 8 de Málaga. Pero hay mucho más que lo que se está jugando en Valencia, Zhuhai, Manchester y Bolonia. Pero hay mucho más, pues los países que no están en esta fase de grupos están disputándose la opción de estar en los qualifiers de 2025, y ahí se ha vivido una de las mayores sorpresas del año en el tenis, la derrota de Casper Ruud ante el portugués Henrique Rocha, 159 de la ATP.
Estas eliminatorias se disputen con el formato antiguo, al mejor de cinco partidos, con dos individuales primero, un dobles y luego otros dos individuales. Y todo esto en casa de Noruega, un país sin mucha tradición tenística, pero con un hombre que es sin duda de los mejores del mundo, Casper Ruud, quien se ha encontrado con la oposición de un joven luso que no se esperaba lo que ha vivido en la fría mañana nórdica bajo el techo del Nadderud Arena de Bekkestua, una ciudad cercana a Oslo.
Y es que el noruego no tuvo apenas opciones, ya que su rival le venció por la vía rápida en dos sets, por 6-3 y 6-4, para igualar la eliminatoria entre Noruega y Portugal perteneciente. De este modo, el jugador de 20 años ha logrado su primera victoria ante un top-10 y la segunda ante un top 100 de su carrera. Y todo eso fuera de casa, ya que Rocha dejó estupefactos a los dos mil noruegos que asistieron al partido.
Ruud lleva muchos meses asentado en el top 10, pero hasta este 2024 no había ganado un torneo mejor que un ATP 250, y lo logró en el Conde de Godó de Barcelona, un 500, en el que pasó por encima de Stefanos Tsitsipas en la final; eso sí, el griego le había dejado sin un logro aún mayor apenas una semana antes en Montecarlo, cuando, tras vencer en semis a Novak Djokovic, cayó frente al ateniense en un emocionantísimo partido. Pero eso es en la tierra batida, porque cuando sale de ahí es capaz de lo mejor y de lo peor. Lo mismo logra una final del US Open, como en 2022, que derrotas como esta de Rocha.