A Carlos Alcaraz se le presentaba en los octavos de final de Shanghái una papeleta interesante, ya que tenía enfrente al jugador que más al límite lo había llevado en todo este 2024, ya no sobre la pista, pero sí mentalmente, Gael Monfils. Fue en el Masters 1000 de Cincinnati, cuando el murciano se fue del partido y acabó totalmente superado, acabando incluso por romper una raqueta. Un imagen muy extraña en él, que sin embargo le ha venido bien hoy para evitarlo, porque el partido ha podido tomar tintes parecidos, pero se ha mantenido serio hasta terminar por conquistarlo en dos sets para asegurar su pase a cuartos.
En poco más de hora y media, con momentos irregulares, pero con la sensación de que a la mínima que le ha hecho falta ha subido una marcha para acabar con la resistencia del francés. Y eso que le ha costado arrancar, con muchos errores no forzados y sin ganar un peloteo largo. Sin embargo, incluso sin brillar ha ido salvando los momentos duros, como una bola de break en el sexto juego, y ha llegado con opciones al momento clave. A base de resistencia y con algún destello se ha plantado en el noveno juego, cuando ha acelerado para romper y finiquitar la manga por 6 a 4.
El segundo set ha sido bastante similar, con el galo sacando muy bien, acumulando 'aces' y con una derecha muy veloz a la que el español no le terminaba de coger el punto. Pero el de El Palmar estaba mejor, mucho mejor, tanto que cuando Monfils ha ido acusando la edad y estaba más lento, Carlos ha empezado a ser algo más táctico, cambiando alturas y buscando que su rival corriera. Además, en los peloteos cada vez le funcionaba más el drive, pero no rompía.
Monfils cambió su táctica por jugar práctico, corriendo poco, pero pegándole muy fuerte a la bola, sobre todo con el drive y el saque. Sin embargo, en el undécimo juego, cuando todo parecía encamino ak 'tiebreak' y repetir lo de Cincinnati, cuando llegaron ahí después de que Alcaraz ganara el primer parcial, perdiera el segundo en el desempate y en el tercero estallar contra su arma.
Pero esta vez era otra historia. Con 5 iguales en el marcador y Monfils sacando con solvencia y tres bolas para asegurarse el desempate, Carlos ha subido el nivel y tras dos grandes retos y un peloteo largo rematado con una gran bola, rematados con dos fallos del francés, hizo la rotura y en el siguiente juego, con un saque que hoy ha sido su gran arma, cerró el partido a lo grande para ahuyentar los malos augurios. Ahora, en los cuartos de final se medirá al vencedor del duelo entre Tommy Paul y Thomas Machac.