Carlos Alcaraz regresará al circuito en el torneo menos esperado. Lo hará en tierra batida en una parte de la temporada en la que sólo hay un mes sobre esta superficie antes de que lleguen los torneos importantes, que se juegan sobre 'cemento', y en un ATP250. Un calendario que, según asegura él mismo, lo eligió por lo que disfrutó de él el pasado año, en el que logró su segundo Grand Slam, en Wimbledon, y el número uno del ranking ATP.
El tenista murciano no conocerá hasta la próxima madrugada -en España- quien es el rival ante el que debutará en Buenos Aires entre el local Ugo Carabelli y el peruano Varillas, pero lleva días siendo protagonista en la capital argentina. No en vano es el principal reclamo, pues tras él sólo aparece un Top-20, Cameron Norrie, en el cuadro. Precisamente, el británico fue su rival en la final que disputó y ganó el pasado año.
Desde entonces han pasado muchas cosas como él mismo dice. "Ha sido un gran año desde la última vez que jugué aquí. Han pasado muchísimas cosas. Mi nivel actual es muy bueno y me encuentro con mucha confianza. Vengo de jugar un buen tenis en Australia, los días de entrenamiento que he tenido en tierra han sido muy buenos, me estoy encontrando físicamente muy bien y de tenis, a un nivel muy alto", indica un Alcaraz que reconoce por qué fue a Buenos Aires hace un año y por qué ha repetido ahora.
"El año pasado vine porque no tenía partidos. No pude jugar Australia y llevaba mucho tiempo sin competir... Y me encantó este torneo, más allá de ganarlo. Llevaba mucho tiempo queriendo venir a Buenos Aires. Juan Carlos (Ferrero) ganó aquí y muchos españoles que han venido me han contado que es un torneo muy bonito. Ya lo pude experimentar el año pasado. Fue un torneo increíble para mí y quise volver este año. Las vibras que se viven aquí son especiales. La energía es especial y quise volver. A la gente que se queda en Europa y no han venido a esta gira les diría que al menos la probasen, que vivan la experiencia de jugar en Buenos Aires o en Río porque es maravillosa y estoy seguro de que no les defraudará", propugna un Carlos Alcaraz, que tiene claros los objetivos para esta temporada y, cómo no, señala a Djokovic en el principal de ellos.
"Ver a Djokovic ahí arriba, a los jugadores que están ganando títulos ahora... es algo que me motiva para poder estar a la misma altura de ellos. Hablando también del Big Three, me motiva ir acercándome a ellos. Soy un chico que sueña a lo grande. Soy muy ambicioso y me pongo como objetivo a los mejores del mundo y a los mejores de la historia. Eso es lo que me motiva para dar mi 100 % día a día y para ir a los torneos a poder ganarlos", admite el murciano, quien con la misma naturalidad desvela que él también es 'humano' y también le han hecho una bicicleta (6-0 y 6-0), aunque hiciera mucho de eso. Así lo refleja en una anécdota que ha contado ante los medios del B+ Argentina Open y en el que le ha dado visibilidad a un amigo y rival de su niñez.
Por otro lado, Alcaraz también sacó el hacha de guerra para defender a Rafa Nadal, al que han atacado en los últimos tiempos después de firmar como embajador del tenis de Arabia Saudí. "He escuchado algunas críticas, pero Rafa ha decidido firmar como embajador. A mí, personalmente, no me parece mal... Embajador del tenis si no he entendido mal. Arabia Saudí es un país que se está desarrollando, abriendo al mundo del deporte y qué mejor que Rafa se meta ahí para abrir a lugares donde no se jugaba nunca. Nosotros, los jugadores, intentamos atraer más gente para que vea tenis y es bueno para el tenis que haya más sedes", indica un Alcaraz que ya jugó allí en diciembre ante Djokovic y sabe de lo que habla.
"Yo creo que Arabia es un país que está muy evolucionando muy rápido en todos los sentidos y en el mundo del deporte esta habiendo un montón de eventos. Creo que es bueno para el deporte en general", añade el murciano.