El tenis no descansa, y aunque estemos aún con la resaca de la Laver Cup, donde Carlos Alcaraz se echó a la espalda al equipo europeo para ganar; y del anuncio de la convocatoria de España para la Copa Davis, que ha confirmado que Rafa Nadal será uno más del equipo que va a luchar por la Ensaladera en Málaga, hay que mirar hacia delante. Y es que el circuito ATP sigue camino hacia el final de campaña y lo hace con la disputa de un evento muy importante, el ATP 500 de Pekín, donde hay muchas cosas en juego. Además de que vuelven a verse las caras Carlos Alcaraz y Jannik Sinner después del desastre del murciano en el US Open.
El evento ya está en marcha y tendrá lugar hasta el 6 de octubre, y ya se ha celebrado el sorteo, que ha deparado unos cruces más que interesantes, pero sobre todo le ha jugado una mala pasada a Carlitos, que tendrá que ir a tope desde su debut. Y es que su estreno será ante el joven francés Mpetshi Perricard, uno de los mejores sacadores del circuito, que ha encontrado este 2024 su estabilidad y si tiene el día es un rival tremendamente duro.
En caso de superar al francés, el de El Palmar tendría un camino de piedras hasta el título, ya que se enfrentaría en segunda ronda al neerlandés Tallon Griekspoor o al serbio Miomir Kecmanovic, en lo que puede ser, en caso de medirse al tulipán, una fue prueba de cara a la Davis. Tras eso, en cuartos de final estaría el ruso Karen Khachanov o el argentino Fran Cerúndolo: y en semifinales ante el siempre peligroso, más aún en estas pistas, Daniil Medvedev, que sería el último hueso antes de una hipotética final ante Sinner.
El de San Cándido de ganar Cincinnati y el US Open, por lo que es el hombre a batir, pero no lo va a tener fácil. Para empezar, se estrenará ante Nico Jarry, aunque el segunda ronda sube mucho el nivel ante Jan Lennard Struff. Si todo sigue su cauce enfrentaría a Grigor Dimitrov en cuartos y a Mussetti o Rublev en semifinales, dejando a Carlitos o a Medvedev en un posible final. Este cuadro, al igual que el de el español es muy duro, al menos todo lo complicado que puede ser teniendo en cuenta que faltan dos de los cuatro mejores del mundo, en las figuras de Novak Djokovic y Alexander Zverev.