Alvaro Arenillas4 min lecturaParecía sencillo, pero Carlos Alcaraz sabía que no lo era. En 2023, exactamente en la tercera ronda del Masters 1.000 de Roma, el tenista español se vio sorprendido por el húngaro Fábián Marozsán, quien entonces le apeó siendo el número 135 del mundo. Hoy, en Indian Wells, volvían a verse las caras y el número 2 del mundo se quitó un peso de encima al demostrar que lo ocurrido en aquel cara a cara fue un pequeño borrón en su fantástica trayectoria.
En tierras californianas no ha habido sorpresa alguna. Alcaraz ha impuesto su juego y apretando en un par de momentos decisivos se ha hecho con el triunfo por un doble 6-3 que le coloca ya en los cuartos de final del primer Masters 1.000 de la temporada, donde se verá las caras con el vencedor del partido de octavos entre el alemán Alexander Zverev, quien le derrotó en los cuartos del último Open de Australia, y el australiano Álex de Miñaur.
Ciñéndonos ya a este último partido, Alcaraz alcanzó su victoria número 50 en Masters 1.000 (50-16, cuatro títulos), siendo Rafa Nadal (82-17, nueve títulos) el único que tiene un mejor balance que el del murciano antes de cumplir 21 años. El jugador de 20 años, quien ya venía de ofrecer una exhibición fantástica en tercera ronda ante Felix Auger-Aliassime, quiso marcar territorio cuanto antes, como si deseara desterrar para siempre cualquier fantasma de aquel chasco de Roma.
El de El Palmar tuvo una bola de 'break' en el primer juego del partido, pero Marozsán la solventó de maravilla desde la red con una pelota que rozó la línea. Fue un momento de gloria para el húngaro que le dio confianza para revelarse como un hueso duro de roer: sólido y disciplinado. Alcaraz cometió algunos errores y se enredó con un par de dobles faltas sin mayores consecuencias.
Pese a los mencionados problemas iniciales, lo cierto es que hay pocos tenistas en el circuito ATP con la paciencia de Alcaraz. Así, con 3-3 se colocó con un 0-40, esperó el momento preciso y rompió el saque a un Marozsán que salvó dos bolas de 'break' pero que no pudo con la tercera (4-3). Abierto el candado, Alcaraz entró en tromba ante un Marozsán que se quedó sin argumentos. No perdió el tiempo el español, que cerró el set con otro 'break' gracias a un revés paralelo cuando el húngaro subía a la red.
Ya en la segunda manga, Alcaraz prácticamente calcó la primera al dar la puntilla al encuentro con 3-2 y 0-40. Otra vez, Marozsán salvó dos bolas de 'break' y, otra vez, acabó perdiendo el servicio, en esta ocasión con una derecha paralela de un Alcaraz que soltó un grito como si ya saboreara la victoria (4-2). El único apuro que pasó en toda la tarde californiana llegó a continuación con un 15-40 para Marozsán. Lejos de tener duda alguna, Alcaraz levantó tal juego y finiquitó el duelo desde su servicio para plantarse una vez más en los cuartos de Indian Wells.