Carlos Alcaraz ha conseguido mucho más que una victoria en el ATP 500 de Pekín, después de ganar a Jannik Sinner en el que ya es uno de los mejores partidos del año y eso que ha sido al mejor de tres sets, ambos han disputado el que se puede considerar su primer gran cara a cara con una corona en juego, y eso que era un torneo de a priori un nivel más bajo de importancia, pero les ha dado igual y han dejado todo lo que tenían sobre la pista rápida de la capital china. Además, al español le ha servido para culminar su mejora en este tramo del año, donde ya se ha reencontrado con su tenis tras una más que complicada gira norteamericana.
Comentando sus sensaciones tras el duelo, Alcaraz destacó su satisfacción por haber superado a Sinner de la forma tan igualada e intensa que lo hizo. “Estos partidos intensos, con puntos largos e intercambios cerrados, hacen que la gente disfrute y se sienta más atraída al tenis”,además de que el hecho de superar “el mejor del mundo”, le motiva para seguir trabajando de la manera correcta.
Y eso que tuvo que aprender sobre la marcha del error del primer set, en el que dejó escapar con vida al italiano y cayó en el tiebreak, para conseguir el triunfo en el desempate del tercero. “Jannik pudo haber ganado; yo también tuve mis oportunidades, pero no las aproveché. Estoy muy contento de cómo manejé esos momentos complicados”. Sobre todo en el desempate, cuando se vio con 3-0 abajo y se vio perdido, pero recuperó a lo grande para acabar con la racha del de San Cándido en esta suerte. “Pensé: Está bien, intentaré no perder otro desempate".
Apenas ganó el punto de partido se pudo ver una extraña pero evocadora imagen en la grada, la de Juan Carlos Ferrero llorando a lágrima viva, algo sobre lo pupilo resaltó que es “es bueno saberlo”, pero que sobre todo es un perfecta muestra de lo vivido y lo que les ha pasado para conseguir salir del bache que atravesaron. “Todos sabemos lo que hemos pasado en los últimos meses, dentro y fuera de la pista. Gracias a ellos volví a disfrutar de los partidos, de las prácticas, y recuperé la motivación para competir". Pero esto es solo un capítulo de su gran rivalidad con Jannik Sinner, contra quien se podría volver a cruzar en unos días en el Masters 1000 de Shanghai.