Que Carlos Alcaraz es la la gran y casi única esperanza del tenis español no es ningún secreto, ya que en este momento en el que el que ha sido uno de los deportes más destacados de nuestro país solo está el joven murciano como referencia, más aún ahora tras la retirada de Rafa Nadal, quien pese a llevar años alejados de la élite era capaz por su solo de despertar la ilusión de toda la afición, en gran parte debido a lo que generaba, como se pudo ver en su última competición, la Copa Davis de Málaga.
Sin embargo, volviendo a lo que viene a ser simplemente la figura de 'Carlitos', quien a sus 21 años ha conquistado la friolera de 4 Grand Slams, su impacto es diferente, o al menos busca que lo sea. Aunque por lo pronto, mientras sigue creciendo y lo logra o no, ha inaugurado este viernes la exposición 'Los pies en la tierra', en la que hace repaso a su carrera y que se podrá visitar desde hoy sábado y hasta el 15 de febrero en la Cárcel Vieja de Murcia, y reconoció que de niño no esperaba lograr los éxitos ya alcanzados y estar "rodeado de los ídolos que tenía".
El joven jugador de El Palmar, de 21 años, ganador ya de cuatro Grand Slam, acudió a dicha inauguración que comenzó con una presentación en la que se proyectó un vídeo con imágenes suyas de niño. La muestra, montada por la Fundación Alcaraz, se podrá visitar durante un par de meses en la capital del Segura y, además de exhibir los trofeos ganados por el palmareño, las indumentarias utilizadas y fotos y objetos ilustrativos, ofrece a quienes acudan a la Cárcel Vieja la posibilidad de participar en juegos interactivos.
Beatriz García, directora de la Fundación y tía del tenista, intervino y resaltó "el deseo de contribuir al desarrollo de la infancia" de Alcaraz. "La exposición muestra una realidad y la posibilidad de influir en ella y hacerlo con pequeños gestos. Todos somos puro potencial pero el mismo puede estar ahogado desde la niñez", expuso. Seguidamente habló el protagonista del acto: "Éste es un proyecto muy importante. Puedo ver la alegría de muchos jóvenes que se me acercan y quería aportar mi ayuda y eso para mí es especial".
"Mi infancia la recuerdo como una etapa muy bonita. Sigo teniendo los amigos que hice y mi grupo era de la Sociedad Club de Campo de El Palmar. Vivía feliz y en un entorno cariñoso, sin grandes lujos pero hoy sé que las pequeñas cosas marcan la diferencia. No necesitaba más para ser feliz", añadió."Era un crío con sueños, como todos. Los perseguí y hoy estoy rodeado de los ídolos que tenía. No me creería lo que ya he conseguido", apostilló.