La segunda ronda dejó una imagen bastante pobre de Carlos Alcaraz, quien sufrió para vencer a un jugador muy alejado del top 100 como Jesper De Jong, dejando entrever que algo no iba bien, tanto en su brazo, como en su cabeza, aunque acabó cerrando el duelo en cuatro mangas. Por ese motivo, la tercera ronda era tan importante, porque tener enfrente a un top 30 como Korda, que ya sabía lo que era ganarle en tierra, eran palabras mayores, y se lo tomó en serio, vaya si lo hizo. En tres sets, por 6-4, 7-6 y 6-3 despachó al norteamericano, en poco más de dos horas y media, para plantarse en octavos de final, pero sobre todo para dejarle claro a sus rivales que si quieren ganarle este Roland Garros, van a necesitar sacar su mejor tenis.
Lo que había hecho Sinner unas horas antes en el mismo escenario fue un acicate para Carlos, que salió como un toro, y eso que tenía delante a un rival que precisamente potencia es algo que le sobra, pero le dio igual, arrancando con un break. Sin embargo, no pudo confirmarlo, y Korda igualó. Igualdad es lo que hubo durante toda la manga, ya que ninguno de los dos cedía lo más mínimo al servicio. De hecho, Korda ganaba los suyos con más facilidad, mientras Carlos tenía que sudar. Pero eso cambió en el noveno juego, cuando llegó el break, que posteriormente el murciano confirmó para ganar el set.
El palo de perder le dolió a Korda, que empezó peor el segundo. Ganó su primer saque, pero perdió el segundo y cuando se dio cuenta estaba 3 a 1 abajo, ante un Alcaraz al que la derecha le corría como hacía semanas que no lo hacía. Palazos, globos, dejadas, voleas y un sinfín de recursos que aún así no le valieron para mantener el saque. Tres juegos seguidos de Korda que le pusieron 4 a 3, aunque casi pierde el séptimo, pero aguantó. Y a partir de ahí se mantuvo la disputa pareja hasta el 'tiebreak'. Y en la muerte súbita se impuso la clase de Carlitos, que volvió a encontrar su derecha para ponerse a un paso de final.
Perder el segundo parcial fue un palo muy duro para el de Florida, que empezó tan mal que no fue capaz de ganar un punto has el tercer juego. Cuando volvió al duelo, Alcaraz ya dominaba por 3 a 0 y poco podía hacer, no obstante, plantó cara. El de El Palmar acabó cerrando el partido con un 6-3, pero necesitó de mantenerse firme ante un rival que no bajó los brazos en ningún momento y vendió muy cara su piel. El público se lo agreció con una ovación, y no fue para menos, porque ambos dieron un tremendo espectáculo de golpes, técnica y tensión. Ahora, Alcaraz tendrá que subir el nivel, pero volverá a tener la ventaja del descanso, ya que su rival saldrá del Shelton-Aliassime, que ha tenido que ser cancelado por la lluvia después de tan solo 9 juegos y finalizará mañana sábado.