Antonio José Medina4 min lecturaReponerse de dos duros palos nunca es fácil y si, en la siguiente cita, arrancas perdiendo, las dudas aparecen. Sin embargo, Carlos Alcaraz despertó a tiempo del susto y logró sacar a delante el difícil debut que tenía ante Arnaldi en Indian Wells, donde defiende el título ganado en 2023.
El tenista murciano venía de sufrir la dura derrota de Buenos Aires y la lesión en el arranque de Río de Janeiro. Tenía la presión de tener que ganar el Master 1.000 para intentar no perder el número dos del mundo y enfrente estaba uno de los peores rivales que le podían tocar, un Matteo Arnaldi que llegaba de ganar a un Top-10 (Taylor Fritz) en Acapulco.
Para colmo, el italiano respondió a un primer 'break' del español y minó su confianza. Los nervios aparecieron y la irregularidad que Alcaraz está mostrando en este inicio de temporada, también. El primer set llegó así a un final en el 'tie break', que se apuntó Arnaldi por 7-5.
Todo parecía abocado a un nuevo desastre, pero Alcaraz reaccionó. "Estaba nervioso en el primer set. Eso me hace en algunos puntos moverme diferente o con menos energía. (...) No me di cuenta de la forma en la que tenía que jugar. Me sorprendieron un poco las condiciones. Es totalmente jugar durante el día que jugar en la sesión nocturna. Yo he estado entrenando todos los días durante el día. Con el sol y el calor, los rebotes son completamente diferentes, la pelota va diferente y me costó leerlo todo ese primer parcial", reconocía el murciano tras el partido.
La tranquilidad, impropia de un jugador de 20 años, le hizo recapacitar. Alcaraz se dio cuenta cómo debía jugar, retrasó su posición en el resto, empezó a dar más profundidad a sus bolas y ganó doce de los trece juegos siguientes. Triunfo por 6-7(5), 6-0 y 6-1.
"Después del primer set lo entendí todo. Jugué mejor, con peloteos más largos y golpeando la pelota mejor. Fue totalmente diferente. Me mantuve o me alejé, traté de ser yo mismo con mucha energía, pegando buenos golpes, moviéndome bien... Creo que mi juego salió cuando mi energía era tan alta. Lo intenté hacer en el inicio del segundo set y pienso que me salió bastante bien. Me ayudó a mantenerme a un buen nivel y con alta intensidad durante todo el partido”, asegura un Carlos Alcaraz, quien reconocía sentirse "mejor y haber ganado "confianza" de cara a futuros compromisos.
Falta le hará, porque ahora sube el nivel. En la tercera ronda le espera el canadiense Felix Auger, quien, pese a no encontrarse en el mejor momento de su carrera, siempre es peligroso. Y Alcaraz lo que necesita son partidos duros y experiencia. Apenas ha jugado tres torneos en este arranque de temporada y sólo en el Open de Australia pasó de los tres partidos disputados. "El año pasado llegué aquí con más partidos y más ritmo. Ahora estoy recuperándome de una lesión de tobillo y estaba pensando en ello todo el tiempo. No he podido entrenar tanto como me hubiera gustado, a alta intensidad. Estoy mejorando y ahora me siento muy bien, pero creo que tengo que conseguir el buen ritmo paso a paso", avisa el murciano.