La temporada de tierra batida de Carlos Alcaraz no deja de traer malas noticias, y es que el murciano ya tuvo que saltarse los torneos de Montecarlo y Barcelona, mientras que en Madrid decidió que si iba a tomar parte en el último momento, tras unas semanas en las que ni siquiera había podido coger la raqueta. Finalmente en el Mutua si que participó, pero con limitaciones, como se vio en sus partidos. Pese a jugar con protección en el antebrazo y sin forzar su derecha, se plantó en cuartos de final, donde casi vence a Andrey Rublev, pero acabó cediendo, y ya en la rueda de prensa posterior confirmó que al 100% no estaba, aunque lo más duro aún tenía que venir.
Después de la cita madrileña y casi sin descanso, llegaba el torneo de Roma, quinto Master 1000 del año, pero ya comentó el de El Palmar que no tenía claro su presencia, porque las molestias no terminaban de abandonarla. Por este motivo, hoy viernes ha confirmado que no será de la partida en el Foro Itálico, en la prueba que se disputa desde el próximo lunes hasta el día 19. El motivo es claro, recuperarse y llegar bien al gran objetivo, Roland Garros. En París, a partir del 20 de mayo, quiere estar sí o sí, para buscar su tercer grande, y su primera "Copa de los Mosqueteros".
Así lo ha anunciado en su cuenta de x: "Sentí dolor después de jugar en Madrid, molestias en mi brazo. Hoy me hecho unas pruebas y tengo un edema muscular en pronador redondo, consecuencia de mi última lesión. Desgraciadamente no voy a poder jugar en Roma. Necesito descanso para recuperarme y poder jugar sin dolor al 100%". Ahora le quedan por delante poco más de tres semanas para curar ese edema en el músculo y tratar de estar a tope en la capital francesa.
Está es solo una más de las últimas lesiones que acontecen a los grandes del circuito. Con Jannik Sinner dándose de baja en Madrid por una lesión en la cadera, Daniil Medvedev abandonando por el mismo motivo en la capital española y muchos más. Tanto que ahora mismo Novak Djokovic es, a sus 36 años, el gran favorito para levantar su vigésimo quinto Grand Slam el 9 de junio a las orillas de Sena. Aunque tampoco esté el serbio en su mejor momento. A este paso no se va a poder descartar ni a Rafa Nadal, si consigue en estas semanas alcanzar un pico de forma que le permita participar en su torneo fetiche.