Viajó a Turín con mucha ilusión de colgarle a su temporada un broche de oro, tras conquistar dos Grand Slams (Roland Garros y Wimbledon). Pero veinticuatro horas antes de comenzar su segunda andadura en la Copa de Maestros, Carlos Alcaraz se levantó con un severo resfriado que fue a más durante las horas previas a su duelo contra Casper Ruud.
El resultado fue el único que podía darse en ese estado. Derrota, errores inusuales en él y sensaciones de cansancio y agotamiento durante todas las fases del encuentro ante el noruego (1-6, 5-7).
Pese a ello, el de El Palmar espera recuperarse a tiempo para su segunda cita en estas ATP Finals, contra el ruso Andrey Rublev, ante el que no puede fallar y que también viene de perder en su estreno, frente al alemán Alexander Zverev.
El próximo rival del tenista murciano, Andrey Rublev, afrontaba esta cita inmerso en un profunda crisis emocional por sus resultados esta temporada, donde se le ha visto muchas veces perder los papeles y autolesionarse en plena pista. Pero ante Zverev, tuvo que rendirse en la sala de rueda prensa: "Jugó un partido increíble. Con la forma en que estaba sacando, no se podía hacer mucho. Su servicio hasta ahora es el mejor respecto al de todos los jugadores con los que he jugado este año".
Contra Carlos tampoco será favoritos por una serie de factores, pero afirma que está intentando igualar al top-3: "Estoy intentándolo, estoy mejorando. Creo que hoy ha sido un gran ejemplo de que puedo tener una gran mentalidad y jugar un buen tenis. Luego están los detalles como el servicio, el resto, algunas aproximaciones, el juego en la red, cosas así que requieren tiempo. Lo estamos haciendo, solo que llevará un poco de tiempo, no puedo mejorarlo mañana, ojalá", bromeaba el ruso.
Así, Alcaraz y Rublev vivirán su primera final del torneo, porque el que pierda estará eliminado automáticamente. Ganar tampoco les asegura el pase a las semifinales. En el caso de Carlos, el español necesitará que Zverev le gane a Ruud y ganar a Rublev en sets corridos. Así, el viernes necesitará ganar a Zverev y que Rublev venza a Ruud.
Aunque dijo que no lo quería poner como excusa, el caso es que Carlos Alcaraz tuvo que confesar su estado físico una vez finalizado el encuentro ante Casper Ruud porque hizo saltar todas las alarmas en Turín ante su inoperancia en la pista: "Sí, antes de venir me puse malo. Cuando vine para acá, los entrenamientos iban bien, me estaba encontrando bien, dentro de que estaba malo me encontraba bien, podía competir, podía jugar, encarar los rallies largos. Tenía la esperanza de que con los días iba a ir a mejor, pero hoy, no sé si por los nervios de jugar el primer partido, pero no me he encontrado bien del todo. La barriga me ha limitado mucho el poder jugar y sentirme a gusto. Podía haberlo hecho mejor, sí. Estas cosas las tengo que aprender, no nos vamos a sentir bien en todos los partidos que juguemos en el año, pero me ha dificultado mucho en los rallies, en la recuperación entre punto y punto, el tema de no poder respirar bien y ahogarme, eso me ha limitado mucho. Tampoco me gusta hablar de este tipo de cosas porque suena a excusas y quitarle valor al trabajo y nivel de Casper, pero al final tengo que decir cómo me siento".