El circuito WTA es siempre algo muy volátil en el ecosistema tenístico actual, y es que pase a que lo es mucho menos que hace unos años, debido principalmente a la llegada y establecimiento de una número 1 clara como Iga Swiatek y varias rivales de enjundia como Rybakina, Sabalenka o Gauff. Pero pro debajo de ellas hay algunos escalones hasta llegar al resto. Aunque eso ahora mismo está en duda tras lo visto la última semana en el WTA 1000 de Toronto, el paso previo a la disputa del US Open, el último grande del año. Todo un ambiente además, marcado por algunas ausencias del máximo nivel en el evento canadiense.
Y por todo eso habrá final estadounidense. Jessica Pegula, la número 6 del mundo, defenderá el lunes el título que consiguió el año pasado ante su compatriota Amanda Anisimova tras las semifinales disputadas este domingo en la ciudad canadiense. Pegula, la cabeza de serie número 3 en Toronto, se deshizo este domingo de la rusa Diana Shnaider en dos sets, 6-4 y 6-3. Shnaider, de 20 años de edad, era una de las revelaciones del torneo canadiense tras eliminar a Coco Gauff, la actual número 2 del mundo, el viernes, y un día después a su compatriota, y número 13 del mundo, Liuidmila Samsonova.
Pegula, quien vive un año muy complicado, se mostró muy contenta de su partido ante la rusa. "Creo que jugué de forma realmente inteligente. Ajusté mi plan en un par de juegos porque sentí que no iba a funcionar lo que había pensado, así que me tuve que adaptar un poco así que estoy orgullosa de que me di cuenta". Tanto que está en su mano realizar una petición. Eso sí, el trabajo no está hecho y la tenista de Buffalo tiene una dura batalla pendiente con Anisimova, 132 del mundo y que llegó al puesto 21 en 2019 cuando tenía 17 años para luego tomarse un año sabático en 2023.
Ahora Jessica podrá vengar a su compatriota Emma Navarro, la 15 del mundo, eliminada por Anisimova en la otra semifinal del torneo de Toronto por 6-3, 2-6 y 6-2, donde Navarro comprobó en su propia carne que la tenista de 22 años está de vuelta con ganas de volver a los primeros puestos de la clasificación. Aunque eso sí, la final de Toronto es la primera de un torneo WTA 1.000 que jugará Anisimova en su carrera.
Anisimova, la verduga de Aryna Sabalenka, controló el ritmo en el primer set con un mejor servicio y se sobrepuso a las molestias que le causaron unas llagas en su pie izquierdo en el segundo set para llevarse la tercera manga con contundencia. "Intenté luchar tanto como pude y jugar mi mejor tenis, así que estoy feliz de cómo fui capaz de superarlo".