Da la campanada en Roma y está a un paso de vengar lo que hizo Nadal

Nico Jarry se ha metido en la gran final del Master 1000 de Roma ante Alexander Zverev tras ganar a Tommy Paul, y ahora está muy cerca de cerrar una vieja cuenta pendiente de su país, ya que aquí perdió la final de 2007 Fernando González ante Rafa Nadal

Da la campanada en Roma y está a un paso de vengar lo que hizo Nadal
Nicolás Jarry disputando el Master 1000 de Roma - Cordon Press
Francisco SalasFrancisco Salas 4 min lectura

El Master 1000 de Roma no se va a recordar por los grandes nombres que han sido protagonistas, ya que una vez que dos de los tres mejores de la ATP, Carlos Alcaraz y Jannik Sinner se vieron obligados a 'bajarse' del evento por culpa de las lesiones, se abrió el cuadro, pero más aún lo hizo tras la derrota de Novak Djokovic ante Alejandro Tabilo, quien ha sido la gran historia de la prueba hasta que ha cedido en semifinales frente a Zverev. No obstante, un compatriota suyo como Nicolás Jarry va a poder vengarlo, y es que estará en el partido por el título ante el alemán después de hacer la semana de su vida en el Foro Itálico, pero ahora deberá demostrarlo logrando el primer Master 1000 de su carrera.

El chileno se impuso al estadounidense Tommy Paul, al que ganó en 3 sets, por 6-3, 6-7 y 6-3, agrandando su gesta en Roma y sellando su pase a la gran final, la primera que disputará en un torneo de esta categoría. Después del mal sabor de boca que dejó el gran partido de Tabilo, que perdió tras vapulear a Sasha en el primer set, el tenis chileno tiene la gran oportunidad de resarcirse con Jarry, que está en la que es a sus 28 años, la mejor semana de su vida. Porque su techo hasta el momento había estado siempre en los cuartos de final, ronda que alcanzó en Shanghai en 2023 y en Miami este mismo año. Pero después de imponerse al griego Stefanos Tsitsipas confirmó que, pese a que su cuadro había sido algo favorable, era un claro candidato a meterse en la final.

Jarry llegó a Roma sin expectativas después de no ser especialmente prolífico en arcilla, con torneos discretos tanto en Montecarlo como en Barcelona y Madrid, en los que cayó en las primeras rondas. Pero tras un inicio perfecto ante Arnaldi y un partido algo más trabajado ante Napolitano, dos de las representaciones italianas, la maquinaria de Jarry no dejó de funcionar. Se quitó de encima al francés Muller con facilidad y superó en una batalla titánica a Tsitsipas para acceder a sus primeras semifinales de Master 1.000 de manera más que merecida.

. Poco importó el ránking antes del duelo, favorable al estadounidense, porque con el juego que estaba haciendo en el Foro Itálico el chileno se ganó su cartel de candidato más probable a estar en la final. Ya no era la sorpresa. Los focos apuntaban directamente hacia él y, pese a la amenaza de Paul que se llevo el segundo set en la muerte súbita, pudo seguir manteniendo vivo el sueño de la final y, por qué no, de un título, en la capital italiana. Y lo hizo como acostumbra, sostenido en su potente y efectivo servicio, con 11 saques directos en el partido, y con una derecha excelsa, su marca de identidad, ya que el de Santiago no es un tenista que se pueda considerar un terrícola por sus características, sin embargo, su juego ha conectado en la cita transalpina y ya ha igualado lo que hizo el mítico chileno Fernando González en 2007, donde cayó ante Rafa Nadal en la pugna por el título, y ahora tratará de superarlo.