Una de las grandes leyendas de este siglo dice adiós al tenis. El jugador escocés Andy Murray ha confirmado este martes que se retirará después de los Juegos Olímpicos al indicar que París 2024 será su "último torneo de tenis". Una retirada que era esperada, pero amarga, ya que el británico no pudo despedirse de Wimbledon hace unas semanas en categoría individual tras ser operado de un quiste espinal apenas una semana antes de que comenzara el torneo, tras retirarse lesionado en Queen's.
Ahora tendrá la posibilidad de despedirse en un torneo donde tiene un palmarés envidiable, ya que posee tres medallas de oro, dos en categoría individual, logradas de forma consecutiva en Pekín y Londres, y a la conseguida en suelo inglés le sumó la de dobles, junto a su hermano Jamie Murray. Precisamente la dupla fraternal fue la elegida para jugar en el verde césped del All England Tennis Club, donde disputó un solo duelo, pero le sirvió como homenaje. De hecho, estaba preparada dicha celebración para cuando dijera adiós en individuales, pero ni siquiera pudo llevarlo a cabo.
Ahora dice adiós el que se puede considerar como gran referente del tenis anglosajón en este siglo, en gran parte de la historia. De hecho, en unas décadas donde Nadal, Djokovic y Federer marcaron su ritmo, y se convirtieron indiscutiblemente en los mejores de la historia a base de lograr Grand Slams, solo unos pocos elegidos pudieron hacerles frente, y ninguno con tanto ahínco como Sir Andy. No solo conquistó tres grandes, si no que incluso llegó a estar como número 1, de hecho, hubo un tiempo donde ese cuarteto lo llamaban el 'Big Four', poniéndolo a la par de los tres astros.
La leyenda de 37 años, el único hombre que ha ganado dos medallas de oro olímpicas en tenis individual, dio a conocer su decisión a través de su portal en Instagram. "Llegué a París para mi último torneo de tenis @Olympics. Competir por GB -el equipo del Reino Unido- ha sido, con mucho, las semanas más memorables de mi carrera y estoy muy orgulloso de poder hacerlo por última vez.". Se despide así tras varios años en los que ha retrasado su decisión por puro amor al tenis, ya que hace unas campañas tuvo que ser operado de la cadera y actualmente juega -y vive- con una protesís, pero eso no ha sido, ni es un impedimento para luchar cada bola como si fuera la última.