Alberto Gálvez4 min lecturaHay derrotas que duelen más que otras. Algunas por el resultado, otras porque suponen el quedarse a las puertas de una hazaña histórica. Y esto último es lo que le ha pasado a Mirra Andreeva quien, a sus 17 años, ha estado a punto de colarse en una final de Roland Garros.
Finalmente, cayó en semifinales ante otra de las sorpresas de la presente edición, Jasmine Paolini, y la rusa ha confesado que, pese a su buen papel en el torneo, se va muy tocada psicológicamente a casa.
Sus lágrimas en la Philippe Chatrier en mitad del encuentro sirvieron de adelanto de lo que, más tarde confirmó en una rueda de prensa donde hizo una profunda autocrítica: "Me quedaré en mi cama, dormiré 12 horas, no haré nada. Tendremos que volar a casa, pero no hablaré mucho, estaré demasiado deprimida conmigo misma. Si alguien me pregunta le responderé con pocas palabras, así que prefiero que no me hablen. Afortunadamente, todo es más fácil cuando tienes a tu equipo y tu familia cerca, te hacen sentir mejor. Antes, por ejemplo, estuvimos hablando alguna cosa, así que poco a poco voy mejorando en ese sentido… aunque creo que en los próximos días no hablaré mucho".
Analizando lo que ocurrió en el partido frente a la italiana (6-3 y 6-1), Andreeva trata de ir más allá del resultado para encontrar una explicación: "Sinceramente, podría haber jugado mejor, cometí muchos errores, errores que normalmente no hago. Para mí esto fue un poco difícil de aceptar, intenté gestionarlo y luchar contra ello, pero supongo que hoy no era el día. Evidentemente, ella también jugó muy bien, hizo un gran tenis, si estaba en semifinales era por una razón. Por mi parte, estuve todo el partido peleando, pero esto es lo que hay. Puedo sacar muchas cosas positivas de estas dos semanas, aunque sé que durante los próximos días estaré un poco decepcionada. Eso sí, la final la veré de todas formas”.
Tras esta nueva aventura en un Grand Slam, Mirra sabe que con el tiempo le dará más importancia a lo que ha logrado este año en París: “Diría que es un buen resultado pese a la derrota de hoy, así que puedo llevarme muchas cosas positivas de este torneo. Si al principio del torneo me hubieran preguntado si me veía llegando a semifinales, hubiera dicho que no. Hubo una persona al inicio del torneo que me dijo: ‘Vas a jugar semifinales’ […] Le dije que dejara de bromear. Es algo que realmente no me esperaba, solo me centraba en jugar cada día lo mejor que podía. A mí me funciona esto, jugar simplemente, sin pensar tanto y solo buscando el disfrutar. Esto es lo que hice durante todos los partidos anteriores”.
Por último, reconoce que, fruto de su juventud, todavía le queda mucho por mejorar en el aspecto mental: "Después de una derrota siempre es difícil volver a pensar en positivo, tal vez no sea así para todos, pero en mi caso siempre encuentro primeros los pensamientos negativos. Digamos que todavía tengo que lidiar con ese aspecto, quizá dentro de unos días pueda hablarlo con mi equipo. Poco a poco iré asimilando que hice un buen papel aquí, pero sé que podría haberlo hecho mejor".