El año 2024 toca a su fin y es momento de escribir buenos propósitos en la hoja de ruta de 2025. Y en el tenis hay un joven italiano que tiene muy claro cuál será la suya la próxima temporada. Se trata de Flavio Cobolli, quien se ha autodeclarado como la nueva amenaza de las dos primeras espadas del momento en el circuito ATP, su compatriota Jannik Sinner y el español Carlos Alcaraz.
Con permiso de Alexander Zverev (número dos del mundo) y Novak Djokovic, este joven tenista italiano de 22 años (actual nº 32) ha realizado unas declaraciones muy ambiciosas para su siguiente ejercicio.
Su llegada a la elite no ha pasado desapercibida para nadie, colándose en el top 50 en menos de una temporada. Y en Ubitennis ha expresado abiertamente cuáles son sus nuevos objetivos y ha hecho balance de este último curso: "Veo este año como un nuevo comienzo, una oportunidad para confirmar lo que he hecho bien en 2024, no tanto en términos de resultados, sino más en lo que a profesionalidad y ganas de seguir mejorando se refiere. Mi gran objetivo es tener el nivel necesario para poner en problemas a cualquiera. Quiero reducir la distancia que han puesto Sinner y Alcaraz sobre los demás, me encantaría ponerlos en dificultades porque admiro y respeto mucho a ambos".
En la actualidad ya se encuentra realizando su pretemporada, una preparación que ha comenzado algo más tarde de lo habitual debido a que se ha tenido que recuperar de una lesión en un hombro que se produjo en la recta final de la temporada ya finalizada: "Llevo una semana de retraso respecto a lo que me gustaría porque los dolores tardaron en desaparecer, pero poco a poco voy recuperando mi forma física y tenística".
Y haciendo autocrítica de su juego, el italiano sabe muy bien los aspectos que debe mejorar para conseguir el reto que se ha marcado: "Tengo porcentajes demasiado bajos con el servicio si los comparo con los de los mejores. También me gustaría incorporar la variante a mi juego del saque-volea, pero lo más importante es adquirir la habilidad de pasar de la defensa al ataque en un golpe".
Si algo está demostrando Jannik Sinner fuera de las pistas es paciencia. Porque tras su conocido dopaje en clostebol han sido muchos los que se han manifestado en contra de su inocencia y, sin embargo, el transalpino no se ha enfrentado abiertamente con ninguno.
Y el último que ha puesto en tela de juicio su voluntad a la hora de consumir dicha sustancia ha sido John Isner. Concretamente, el estadounidense se ha quejado en su podcast, Nothing Major, de que le hayan dado el premio al tenista 'Más Querido': "Estoy algo sorprendido, la verdad. No lo digo por su personalidad, por supuesto, pero su 2024 polarizó a muchas personas debido a todo lo que pasó con su test positivo por dopaje, del que luego fue exculpado. Hay mucha gente a la que no le gustó eso, como por ejemplo a Kyrgios. Pensé que quizás eso dañaría sus opciones en lo que a ser el favorito de los aficionados respecta, pero no lo hizo, así que mi enhorabuena".