El 2023 de Carlos Alcaraz fue algo irregular por culpa de las lesiones y la baja forma en momentos importantes. En Australia no pudo estar por su físico, en Roland Garros, cuando era el favorito después de arrasar en Madrid y dar una imagen espectacular durante todo el torneo, acabó cediendo en semifinales frente a Djokovic tras una sucesión de catastróficas desdichas causadas por los calambres, y después llegó el US Open y el tramo final de año en pista dura, donde salvo en contadas excepciones como Cincinnati no acabó de sacar a relucir su tenis. Pero aún con todo eso, su año no se recuerda como malo.
Y esto se debe a un motivo, la temporada de hierba. Casi no había jugado nunca sobre césped, pero algo se conectó en él y tuvo unas semanas esplendorosas que culminaron con el título en Wimbledon, el segundo Grand Slam de su carrera. Su victoria en la final contra Djokovic, después de jugar cinco sets y sobreponiéndose al vapuleo que le había dado el serbio en el primero, pasará a los libros de historia, ya que privó a 'Nole' de lograr vencer los cuatro 'majors' en un solo año, algo que lleva mucho tiempo buscando y que parece que se le va a escapar.
Pero no solo en el All England Club se llevó el gato al agua, y es que el murciano venía avisando. Justo antes del torneo inglés levantó otro trofeo sobre la superficie, el ATP 500 de Queens, que sería en importancia el segundo. Pese a que nunca ha sido de jugar torneos seguidos -acaba una semana antes- y menos antes de un Slam, le fue bein y por eso va a repetirlo. El número 3 del mundo va a tratar de revalidar su corona y lo va a hacer ante rivales de suma entidad. Grigor Dimitrov, Holger Rune, Ben Shelton, Fritz y muchos más son algunos de los nombres más destacados del evento. Lo que está claro que con semejante cartel le va a servir para llegar a tope a Wimbledon.
El que no estará es Jannik Sinner, ya que ha elegido un camino diferente. El italiano estará en Halle, un torneo que tendrá un cartel brutal, ya que además del de San Cándido, estarán Zverev, Medvedev o Rublev, Hurkacz, entre otros. Quién no lo hará será Djokovic, que en principio lo va a preparar a su manera, es decir, sin jugar, y llegando directamente a su gran objetivo, el grande.