Pese al cúmulo de triunfos y las grandes actuaciones mostradas durante el último año, Carlos Alcaraz ha visto como se le ha escapado de las manos uno de los torneos más esperados y sobre todo deseados.
El tenista de tan solo 20 años ha conseguido posicionarse en lo más alto del mundo del tenis, coronándose como uno de los más grandes del mundo, por lo que el encuentro ante el serbio Novak Djokovic en la final del Masters 1.000 de Cincinnati posiblemente haya sido uno de los eventos deportivos más emocionantes de este año.
Sin embargo, aunque los resultados fueran muy impredecibles y se sintiera constantemente la tensión y emoción en el aire, el serbio consiguió resucitar e imponerse en un partido memorable.
Alcaraz se sintió completamente destrozado, sobre todo después de “dejarlo todo en la pista”.
El joven tenista español tenía la esperanza de poder sumar otra gran victoria, pero finalmente se vio destronado por uno de los mayores tenistas del mundo. Sin embargo, a pesar de ello, reconoció que lo importante es saber hasta donde ha llegado y todo lo que se ha esforzado para ello: "Hay derrotas y derrotas, hay derrotas que cuesta mucho asimilarlas, otras que cuestan menos. Este tipo de derrotas duelen, duelen mucho, no voy a mentir. Pero al mismo tiempo te quedas con una sensación positiva de decir que lo has dejado todo, cuando uno siente que lo ha dejado todo en la pista no se puede reprochar nada, tienes que salir orgulloso y contento de lo que has hecho, y ese es mi caso".
El tenista dejó salir sus sentimientos en la pista tras la derrota, pero pese a todo ello, admite llevarse buenas sensaciones a casa: "Me he puesto un poco emocional en pista por el simple hecho de haberlo dejado todo, de tener las oportunidades y no haberlas aprovechado. Pero el haber peleado hasta el último punto me ha hecho quedar más en pista. Salgo contento, estamos orgullosos de todo el trabajo que estamos haciendo y yo mismo estoy orgulloso de lo que he hecho hoy".
Juan Carlos, entrenador de Alcaraz, aplaudió al joven al finalizar el partido, ya que a pesar de la derrota, el tenista mostró lo mejor de sí hasta el último minuto, regalando a los presentes junto al serbio una final memorable.
Por otro lado, Alcaraz ha admitido que tiene previsto viajar durante el día de hoy a Nueva York para comenzar a prepararse ante el Abierto de Estados Unidos, un torneo que consiguió ganar el año pasado. Sin embargo, admitió que antes de volver al trabajo, se tomará un día de descanso para practicar uno de sus ‘hobbies’.
"Mañana (por el lunes) viajo a Nueva York, el martes voy a jugar a golf, eso es obvio (ríe). Y a partir del miércoles seguiré entrenando, no hay otra forma de mejorar". "Vamos con muchísimas ganas de volver al US Open, que es un torneo que me ha dado tanto y donde conseguí mis sueños. Tengo muchísimas ganas de jugar en frente de todo el público de Nueva York", comentó Alcaraz.