Desde que hace tres semanas
Maurizio Sarri, técnico de la Lazio,
diera el OK a la venta de Luis Alberto apenas ha habido algún movimiento que haga indicar que puede encontrar un nuevo destino. Justo lo contrario que el serbio
Milinkovic-Savic, el otro jugador destinado a financiar la reconstrucción del conjunto romano, al que vinculan a alguno de los clubes más poderosos de Europa.
El alto coste de su traspaso, en torno a unos
30 millones de euros, echa a todos para atrás en un tramo inicial de mercado en el que sólo se están cerrando los objetivos prioritarios y algunas de las piezas que iban a quedar libres en apenas siete días.
Eso no significa que Luis Alberto no tiene cartel, pero hay pocos equipos en Italia que puedan llegar a las cantidades que se piden y, en España, sólo los tres poderosos podrían afrontar un fichaje de este calibre. E, incluso, habría dudas con Barça y Atlético en la situación económica que atraviesan.
Tras ese trío sólo está el
Sevilla FC, el club donde se formó y al que el propio jugador quiere regresar. Según publica hoy Il Messaggero, la Lazio
habría rechazado una primera oferta formal del equipo nervionense por el jugador de San José del Valle. Claudio Lotito, presidente de la Lazio, espera alcanzar los 30 millones en los que está valorado o, al menos, asegurarse una cifra cercana. No hay que olvidar que a Luis Alberto le quedan tres años de contrato tras renovar hace dos temporadas.
Sin embargo, todo va lento. La Lazio tenía cerrado hace muchas semanas al ex del Shakhtar Donetsk
Marcos Antonio, pero no lo ha hecho oficial hasta hace dos días. Y se esperan nueve o diez fichajes más en todas las zonas del campo en las próximas semanas. Y el Sevilla, ni eso. Vendió a
Diego Carlos al Aston Villa y no ha cerrado ninguna operación más, aunque tenga algunas avanzadas.
El futbolista gaditano, tras su encontronazo con Sarri el pasado verano y después de las dudas que hubo en el arranque de la temporada, acabó asentándose en el equipo y siendo una de las piezas clave, con 44 partidos, cinco goles y 12 asistencias.
Fue una tregua que, supuestamente, acaba este verano, en el que quiere salir. Y su equipo, que salga. El precio, de momento, es lo que le separa de cumplir su sueño y volver al Sevilla.