Lopetegui se defiende atacando y señala a una parcela muy concreta del Sevilla

Aunque Castro asegura que no hay debate sobre el futuro del entrenador del Sevilla FC, puertas adentro se buscan explicaciones y comienzan a escucharse acusaciones cruzadas entre el técnico y los servicios médicos

Lopetegui se defiende atacando y señala a una parcela muy concreta del Sevilla
- Aitor Torvisco
Aitor TorviscoAitor Torvisco 8 min lectura
Esta vez, de manera irónica para algunos de sus más férreos detractores, Julen Lopetegui sí considera que la mejor defensa es un buen ataque. En contra de lo que viene demostrando su Sevilla FC en los últimos meses de pobre juego e irregulares resultados, el técnico sabe que por primera vez en tres años su nombre empieza a estar cuestionado en un sector de la afición nervionense. El presidente José Castro ha querido acabar con los rumores de una posible destitución o de interés en Diego Martínez y ha asegurado de manera rotunda e incluso algo molesto que "no hay debate con Lopetegui".

No obstante, el entrenador de Asteasu sabe que este año ha sido demasiado atípico, que han pasado demasiadas 'cosas raras' y que en el seno interno del Sevilla FC habrá un profundo análisis crítico cuando acabe la temporada. En este sentido, y según avanza el periodista Alberto Fernández en las páginas del diario Marca, Lopetegui se ha defendido atacando y ha señalado a una parcela muy concreta: la de los servicios médicos. Claro, que la opinión de los galenos es la misma pero en la dirección opuesta, culpando directamente al míster guipuzcoano.

Los datos objetivos hablan de la extraordinaria coincidencia de que absolutamente todos los futbolistas de la plantilla del Sevilla FC hayan causado baja por lesión alguna vez en lo que va de temporada, además del covid, ante el que tampoco se ha resistido nadie. El traumatismo craneoencefálico de Jordán tras el derbi, la indisposición de Ocampos este mismo domingo en Villarreal y numerosos contratiempos de todas las formas posibles. Ahora el dedo acusador va de un lado a otro argumentando plazos mal respetados por el vasco y un mal diseño de la preparación física, en un bando, y procesos de curación mal ejecutados y diagnósticos erróneos, por el otro.

Sobre la mesa ejemplos muy gráficos, como el hecho de que el Sevilla FC cuente hasta seis lesiones en calentamientos previos a un partido de esta 21/22 a los que cabría añadir un buen puñado más de problemas musculares sufridos en los primeros minutos de juego. Un caso concreto que esgrimen los médicos (y los críticos) es el de Karim Rekik, quien regresó de casi dos meses de baja después de aguantar mucho tiempo jugando con dolor y Lopetegui le puso de titular y le dio los 90' como lateral izquierdo contra el Barça y cubriendo a Ousmanne Dembélé. Al final, el neerlandes se volvió a romper en el tramo final y no acabó el choque.

Resulta curioso, también, que la plaga de bajas en el Sevilla FC haya sido tremendamente selectiva y caprichosa, asolando por momentos todos los efectivos de una demarcación en concreto. Se quedaron en noviembre-diciembre sin extremos ni delanteros (Lamela, Suso, Ocampos, En-Nesyri...) y tuvo que jugar Iván Romero muchos minutos; en enero, sin porteros para el derbi copero de infausto recuerdo para Alfonso Pastor; sin centrales en febrero y marzo, teniendo que tirar de Gudelj; sin medios durante algunas semanas cuando cayeron Papu, Delaney, Óliver... 

No obstante, desde el cuerpo técnico que dirige Lopetegui remarcan el hecho revelador de que muchos futbolistas hayan sufrido constantes recaídas en una misma lesión mal curada o recuperada, con Marcos Acuña, el Papu Gómez o el propio Rekik como casos más evidentes. Entienden que era obligado tirar de los recuperados sin apenas tiempo de readaptación y darle el alta deportiva tan pronto como recibían el alta médica, saltándose los habituales períodos de seguridad que suelen guardarse entre ambas al estar forzados por las circunstancias de contar durante meses con un máximo de 13 ó 14 jugadores de la primera plantilla. Es más, creen que todo esto ha sido determinante a la hora no poder luchar por objetivos más ambiciosos e impedir el bajón.   

Asimismo, esgrimen que es del todo significativo que la mayoría de los profesionales afectados hayan acabado optando por pedir una segunda opinión a médicos externos. Hasta cinco sevillistas llegaron a viajar a Madrid aprovechando el parón liguero de marzo, otros se desplazaron a Vitoria y Fernando acudió a Oporto para decidir si pasaba por el quirófano o le daba otra oportunidad al tratamiento conservador que le proponían desde la enfermería del Sevilla FC. Todos ellos, recurriendo a profesionales externos con el lógico permiso previo de la entidad, a la que dan por enterada del problema y del origen del mismo. 

"No habrán visto ninguna queja de ningún jugador sobre su entrenador. El equipo marcó ayer en el descuento porque tuvo fe. Es fútbol", decía en este sentido José Castro durante una entrevista en Radio Marca Sevilla. "La plantilla está intentado hacer todo lo que puede en un año muy duro. También son personas, los cuerpos son cuerpos y pasan demasiadas cosas. Ayer mismo no pudo jugar Ocampos. Este año prácticamente no ha podido poner al mismo equipo dos o tres partidos seguidos", añadía el presidente nervionense sin señalar culpables. Desde luego, como poco, es una certeza que el ambiente de puertas adentro en el Sevilla FC está tan crispado o más que fuera. Algunos dicen, otros cuentan que otros han dicho, se habla de que unos piensan tal cosa...

El equipo regresa este miércoles al Sánchez-Pizjuán -por cierto, "pronto" cambiará de aspecto y puede que también de nombre- para intentar rematar la clasificación para la Champions frente a un necesitado RCD Mallorca, en un contexto muy similar al de la semana pasada contra el Cádiz CF, un duelo que acabó con un frustrante 1-1 (y gracias) y que provocó sonoras pitadas de la afición. Victorias y buen juego, ésa es la mejor medicina para este tenso final de temporada en el Sevilla FC; pero este asunto va a dar que hablar y difícilmente acabará sin decisiones drásticas. Probablemente no sea culpa de nadie, o de ambas partes o de todos los estamentos, pues por todos es conocido el ansía de todo futbolista por querer jugar y acortar plazos; pero los efectos del desgaste de esta temporada son evidentes y poco halagüeños. Ya pasó algo similar hace más de una década con Manolo Jiménez como entrenador y aquello no acabó bien ni para los galenos ni para el banquillo.