El destino ha querido compensar de algún modo la
temporada llena de desventuras e infortunios del Sevilla FC y ha querido que una
plantilla cargada de minutos y de lesiones disponga de
nueve largos días para preparar uno de los partidos que más motivan al Ramón Sánchez-Pizjuán, ante el
Real Madrid y en pleno Domingo de Resurrección tras dos años sin Semana Santa en la siempre pasional capital andaluza. Para que puedan recargar pilas, Julen Lopetegui ha dado libertad de movimiento a sus hombres y, en su caso,
Jules Koundé ha optado por visitar la que fue su casa en Burdeos... para repartir suerte.
El defensa del Sevilla FC ha viajado a su país y ha compartido fotos desde las gradas del
Matmut Atlantique de Burdeos, donde el Girondins se ha impuesto al Metz (3-1), en la trigésima primera jornada en la Ligue 1 de Francia. El reencuentro con Koundé ha tenido un efecto talismán para el que fue su equipo, que ha celebrado su primer triunfo después de ocho partidos sin ganar y ha sumado tres puntos que le sacan de la cola de la clasificación del campeonato galo.
Koundé,
formado en la cantera del Girondins, jugó 70 partidos con el primer equipo de los 'Marines et Blancs', hasta que en el verano de 2019, con sólo 20 años, fue traspasado al Sevilla FC por 20 millones de euros más cinco en variables que se han quedado cortos visto su nivel en LaLiga. Agradecido con la casa en la que creció como futbolista y persona, el internacional 'Bleu' vuelve con frecuencia de visita. Sufre, festeja y vive los partidos como uno más en las gradas y
la afición le idolatra.
El futbolista del Sevilla FC
ha compartido en sus redes sociales imágenes de celebración por el importante triunfo del conjunto de David Guion, que recupera las esperanzas de salvación tras sumar su quinto triunfo de la presente temporada ante el Metz de Benoit Tavenot, que ya lleva nueve citas sin sumar los tres puntos y es otro de los conjuntos en problemas en la Ligue 1.
Y eso que los visitantes tomaron ventaja en el minuto 21 gracias al camerunés
Didier Ze Lamkel y mantuvieron la renta hasta el descanso. El Girondins no enmendó la situación hasta el 52'. El portugués
Ricardo Mangas empató y, a partir de ahí, fue superior el cuadro de Guion, que se adelantó por medio del senegalés
Baye M'Niang y sentenció a dos minutos del final con el gol del coreano
Ui-Jo Hwang.
El triunfo, celebrado por Koundé en primera fila, sitúa penúltimo al Girondins a un punto del Saint-Etienne, en puesto de promoción, y con esperanzas renovadas de alcanzar una salvación a sólo dos unidades. Por detrás, colista, queda el Metz.
'Vuelve pronto, Koundé', exclamarán en Burdeos.