Jeremiah St. Juste no está viviendo su temporada soñada. Candidato a estar en el equipo de los Países Bajos para el
Mundial de Qatar 2022, una lesión en el hombro sólo le ha permitido jugar dos partidos con el
Mainz 05 en la Bundesliga desde el mes de octubre y apenas suma poco más de 720 minutos entre todas las competiciones en la presente campaña.
Sus aspiraciones no eran irreales. Ya
Frank de Boer, cuando dirigía a los neerlandeses, lo convocó a filas al final de la pasada campaña para suplir a
Stefan de Vrij, que había dado positivo por Covid-19. Aunque al final no fue a la Eurocopa. Pero esta campaña esperaba dar el salto. Lejos de eso, apenas ha podido jugar.
Sin embargo, sus últimos percances no parecen haber mermado el interés de los clubes que le seguían de cerca. Y el diario Bild señala que uno de ellos era y es el
Sevilla FC. El equipo de Nervión tendría como gran rival a un
Dortmund que ya ha firmado a Süle para el centro de su defensa, aparte de otros clubes alemanes e ingleses de menor entidad.
El perfil de 'Jerry' St. Juste cuadra con lo que el director deportivo del Sevilla busca y lo que
Monchi ha fichado en las últimas campañas. Juega en un campeonato del que han llegado en los dos últimos mercados estivales
Delaney, Augustinsson y Rekik. Y se trata de un jugador que, como en el caso de alguno de estos, podría salir por un precio más asequible al acabar contrato en 2023.
A sus 25 años, el ex del Feyenoord y Heerenveen está valorado en 16 millones de euros. Es un central corpulento (1,86 metros) que puede jugar en varias posiciones y, de hecho, se alterna como central diestro y zurdo, y por el que
el Mainz pagó 8 millones hace tres años.
Sería un jugador asequible para suplir a alguno de los dos centrales titulares en el Sevilla o para completar el centro de la defensa, una posición en la que este año han tenido que jugar
Gudelj y, en ocasiones,
Fernando.Según señala este mismo medio, el hecho de que acabe contrato haría que el Mainz 05 redujese sus pretensiones de los más de 15 millones de euros que pedía a los
ocho o diez kilos, una cifra con la que no perdería su inversión.
St. Juste, por su parte, quiere pelear por estar en el Mundial de Qatar y priorizaría un equipo que le diera minutos y en el que pudiera jugar un campeonato europeo que le sirviera de escaparate.