Aunque las caras visibles suelen ser otros, si hay
un jugador fundamental en este Sevilla FC ése es Bono. La ausencia del portero marroquí en enero, pese a tener a un compañero del niuevl de Dmitrovic junto a él, la notó su equipo y su regreso al conjunto hispalense aportó una seguridad que le han permitido mantenerse en segunda posición en una etapa donde las lesiones han complicado mucho a los hombres de Lopetegui.
En Vallecas vivió la parte amarga, ya que se le culpó en parte del gol de Bebé, pero no desentona una campaña liguera en la que
ha dejado su portería a cero más de la mitad de los partidos que ha jugado (12 de 23) y en la que ha encajado sólo 20 goles en los 32 encuentros que ha disputado. Unos números fuera del alcance de cualquier portero a lo largo de la historia del Sevilla.
El meta nervionense
encabeza el Trofeo Zamora en dura pugna con Courtois y según varios estudios está considerado ahora mismo entre
los diez mejores porteros del mundo y por delante de metas tan conocidos como Alissson, Mendy, Lloris...
Con esa hoja de servicio, lógicamente,
no le han faltado las 'novias' en este tiempo. A pesar de que su contrato con el Sevilla FC alcance hasta 2024. Su valor de mercado actual (15 millones de euros) triplica el valor que el internacional marroquí presentaba (5 kilos) cuando arribó la primera temporada en préstamo al Sánchez-Pizjuán, por lo que son varios los clubes que están muy atentos a su evolución bajo palos.
Así lo ha aseguraba su propio representante, Anass Ouzifi, hace unos meses.
Y eso ha hecho que el Sevilla se ponga las pilas y, según señala ABC,
haya empezado a hablar sobre una posible ampliación de su contrato. Habida cuenta que el meta marroquí firmó nada más ganar la Europa League, donde se convirtió en el heroe inesperado y que aún jugó como cedido por el Girona, su ficha no es de las más altas de la plantilla.
El equipo de Nervión parece
centrado en cerrar a sus mejores valores de cara al futuro y, como ya ha hecho con Fernando, Jordán, Ocampos, Diego Carlos, Acuña o Fernando, también quiere atar a Bono por varios años más y subirle la ficha y la cláusula de rescisión. En su caso y debido a que la
cláusula de rescisión de poco más de 30 millones de euros está al alcance de cualquiera, intentarán atarlo aunque aún le queden dos años y medio de contrato antes de que llegue alguno de los poderosos del continente.
Aunque también como premio a la importante labor que realiza para el equipo. Un premio que, vistos sus números, está más que ganado.