El sueño del
Sevilla FC en la
Youth League acabó con polémica. Dos goles de penalti del PSG, más que discutibles y protestados hasta la extenuación por el Juvenil nervionense, dieron la victoria a los franceses por 2-0 en los
octavos de final de la UEFA Youth League. Los de Alejandro Acejo jugaron toda la segunda parte con diez por la expulsión de Diego Jiménez y vieron cómo una clara pena máxima sobre Carlos Álvarez se sancionaba con... amarilla para el desequilibrante canterano blanquirrojo.
Pese al enfado por la labor arbitral y la frustración por no poder meterse entre los ocho mejores equipos de la llamada 'Champions Juvenil', el Sevilla FC volvió de la capital gala
presumiendo de ilustres apoyos. El más llamativo, el de
Sergio Ramos, central del PSG que está recibiendo
muchas críticas por sus interminables problemas físicos que sólo le han permitido jugar cinco encuentros oficiales desde que llegase procedente del Real Madrid en el verano de 2021.
En aquel entonces, libre tras acabar contrato con los blancos y después de un tenso tira y afloja con Florentino Pérez,
Sergio Ramos sonó con fuerza en Nervión y se dejó querer por el club en el que se formó. Finalmente, acudió al calor del fajo de petrodólares que le mostró el adinerado jeque del PSG, pero el futbolista que más veces se ha puesto la camiseta de la selección española
ha vuelto a demostrar que no olvida sus raíces. Aun a riesgo de molestar aún más a la ya de por sí encendida hinchada del Parque de los Príncipes, con un sector cada día mayor que pide su marcha del club cansado de tantas lesiones,
Ramos mostró su apoyó al Sevilla FC en la previa de duelo de Youth League y también durante el transcurso del encuentro, ya que no se lo quiso perder y estuvo en la grada hasta que el árbitro pitó el final del polémico choque. Es más, los testigos directos apuntan a su
semblante de incredulidad en las acciones más discutidas.
"Con un grande". Así titulaba el padre del central del Sevilla FC Kike Salas una fotografía junto a Sergio Ramos en París, antes del partido de la Youth League y en la que se ve al camero posar sonriente junto a tres camisetas blanquirrojas con el escudo que él defendió desde que era un niño hasta que en 2005, con 18 años, se fue al Real Madrid. Eso sí, según manifiesta siempre que tiene la oportunidad, no sólo no ha dejado de querer a este club sino que su sentimiento es eterno.
"Moriré siendo sevillista", decía hace justo un año.
Tirón de orejas del PSG a Xavi Simons
No fue la única muestra de apoyo para el Sevilla FC, quien fue arropado hasta por el entrenador del PSG,
Zoumana Camara, avergonzado por la actitud de Xavi Simons al mandar callar al sevillista Juanlu tras transformar el discutible penalti del 1-0 que además dejaba al cuadro visitante con un jugador menos. Al técnico galo no le gustó nada la actitud de un futbolista al que se le presupone más madurez, al tener experiencia en el primer equipo pese a su bisoñez.
"Deben ser conscientes de que están en el Paris Saint-Germain, de la camiseta que llevan y de que
representan a un club importante. A una institución en la que
hay que comportarse. Esto no va sólo de talento en el campo, hay que saber estar,
no provocar ni responder a las provocaciones", señaló, admitiendo de manera velada que la tangana al filo del descanso y los caldeados ánimos en la segunda mitad nacen de gestos reprobables de jugadores del PSG.