Óliver Torres fue uno de los elegidos por
Julen Lopetegui para
refrescar al Sevilla FC y dinamizar el juego en la segunda parte de su competida clasificación para los octavos de final de la
Copa del Rey. El extremeño ayudó a su equipo a hacerse con el balón tras el 0-2 y fue decisivo en su aportación para aplacar, por fin, los encendidos ánimos de un
Real Zaragoza que peleó a una gran intensidad.
El de Navalmoral de la Mata
vivió un momento especial al salir al césped de La Romareda, ya que en la capital aragonesa cumplió sus cien primeros partidos oficiales como sevillista. "Para mí jugar al fútbol ya es un sueño, así que
cumplir 100 partidos en un equipo como el Sevilla FC... pues imagínate. Espero cumplir muchos más con este escudo porque lo siento como mío", señaló en los medios del club tras el choque.
"Sabemos que cada partido en esta Copa del Rey es una 'mini-final', cada partido de cada eliminatoria es un trocito de Copa y lo hemos enfrentado como tal. Sabíamos que teníamos enfrente a un muy buen equipo, un club histórico y en un estadio histórico", aseguraba Óliver, quien destacó el trabajo del Sevilla FC en momentos en los que tocó sudar y sufrir.
"Los partidos hay que trabajarlos hasta el final. Ya sea hasta la prórroga o en los penaltis -como en las dos rondas anteriores- o en el de hoy a pesar de ponerte por delante.
Hay que darle valor a cada momento. Estamos en la siguiente ronda, que es lo que queríamos y buscábamos y nos llevamos de Zaragoza un trocito de Copa", añadió.
Juan Sierra2 min lectura